Banco Santander ha informado de un beneficio récord en el primer semestre impulsado por un sólido desempeño en América Latina, justo cuando España presentó un impuesto anual sobre las ganancias inesperadas de 1.500 millones de euros para los prestamistas.
El banco más grande de España dijo que las ganancias subyacentes aumentaron un 16 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado a 4.890 millones de euros, impulsadas por el aumento de las tasas de interés en el Reino Unido, Polonia y América Latina.
Los resultados llegaron justo cuando Madrid anunció los detalles de un impuesto extraordinario sobre las ganancias bancarias, mientras los gobiernos de toda Europa intentan recaudar fondos para reducir el impacto de las subidas de precios.
El gobierno español dijo que tenía como objetivo recaudar 1.500 millones de euros al año del impuesto sobre las ganancias inesperadas a los bancos en 2023 y 2024.
Se impondrá un impuesto del 4,8 por ciento sobre los ingresos netos por intereses, una medida de la diferencia entre las tasas de depósito y de préstamo, de los bancos con ingresos anuales de más de 800 millones de euros por concepto de comisiones e intereses netos, según un proyecto de ley del gobierno.
Los ingresos netos por intereses de Santander aumentaron un 7 por ciento en el primer semestre hasta alcanzar los 18.400 millones de euros. Las acciones del banco cayeron un 3 por ciento a 2,40 euros el jueves.
El primer ministro de España, Pedro Sánchez, que lidera una coalición con socios radicales de izquierda, también planea recaudar 4.000 millones de euros en los próximos dos años a partir de un impuesto extraordinario sobre las empresas de servicios públicos de energía.
José Antonio Álvarez, presidente ejecutivo de Santander, dijo que “la inflación no se combate con impuestos”. Los cambios repentinos en las reglas generalmente conducen a “un mayor costo de capital” que “termina afectando el crecimiento”, agregó, y señaló que los accionistas serían los primeros en sufrir.
Santander, que tiene un valor de mercado de más de 40.000 millones de euros, opera en más de 10 países de Europa y América.
“Nuestra diversificación continúa brindando una base sólida y resistente para el crecimiento”, dijo la presidenta ejecutiva Ana Botín. “En América del Sur, nuestro negocio continúa creciendo de manera rentable”, dijo, y señaló que la región generó un tercio de sus ganancias.
Botín agregó que “a pesar de la incertidumbre y los obstáculos económicos”, el banco sigue “confiando en nuestra capacidad para cumplir con los objetivos de desempeño del grupo para 2022”.
Estos incluyen la entrega de una relación costo-ingreso del 45 por ciento, un colchón de capital del 12 por ciento y un crecimiento de ganancias de una sola cifra. También apunta a un retorno sobre el capital tangible, una medida clave de la rentabilidad, superior al 13 por ciento.
“Los resultados fortalecen la probabilidad de que Santander logre su objetivo de crecimiento de ganancias de una cifra media este año”, dijo Leopoldo Torralba, economista de Arcano Partners.
José Ramón Iturriaga, gestor de fondos de Abante Asesores, dijo que la confirmación de Santander de su guía de ganancias fue “un mensaje positivo”.
Sin embargo, el banco dijo que aumentaron los costos y las provisiones para cuentas incobrables. Las presiones inflacionarias, particularmente en América Latina, llevaron a un aumento del 5 por ciento en los costos en el primer semestre, excluyendo el impacto de los tipos de cambio.
El banco también reservó 2.600 millones de euros en el segundo trimestre para cubrir pérdidas crediticias, un aumento del 50 por ciento con respecto al año pasado.
Santander dijo que seguía comprometido a pagar aproximadamente el 40 por ciento de las ganancias subyacentes a los accionistas este año, dividido en partes iguales entre dividendos y recompras de acciones.
Benjie Creelan-Sandford, analista de Jefferies, dijo que el banco había indicado que aumentaría la tasa de pago a un 50 por ciento con el tiempo, aunque en última instancia, esta sería una decisión de la junta directiva a fines de año.
Los recursos de clientes alcanzaron un nuevo máximo de 1,1 billones de euros, un 4 % más que en el primer semestre de 2021, en gran parte como resultado del crecimiento de los depósitos.