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La ganancia neta de Morgan Stanley cayó un 13 por ciento durante el segundo trimestre, ya que el impulso agresivo del banco de Wall Street en la gestión de la riqueza no logró compensar una fuerte caída en los ingresos por operaciones.
El presidente ejecutivo, James Gorman, ha liderado la expansión del banco hacia negocios más estables, como la gestión patrimonial y de activos, en un esfuerzo por hacer que sus ganancias sean menos volátiles.
Pero el último trimestre, el banco se vio afectado por la desaceleración en la banca de inversión, ya que el volumen de operaciones se agotó y sus negocios de negociación de bonos y acciones se tambalearon. Los ingresos netos de Morgan Stanley cayeron a 2.200 millones de dólares, por debajo de los 2.500 millones de dólares del año anterior, pero en línea con las estimaciones de los analistas.
“La empresa entregó resultados sólidos en un entorno de mercado desafiante. El trimestre comenzó con incertidumbres macroeconómicas y una actividad de clientes moderada, pero terminó con un tono más constructivo”, dijo Gorman en un comunicado el martes.
Gorman planea dejar el cargo de director antes de mediados del próximo año y se espera que elija a su sucesor entre un trío de candidatos internos, Ted Pick, Andy Saperstein y Dan Simkowitz, cada uno de los cuales dirige una de las tres divisiones de Morgan Stanley.
Su unidad de gestión patrimonial, dirigida por Saperstein y que ha sido un importante motor de ganancias en los últimos años, reportó ingresos de 6.700 millones de dólares en el trimestre, un 16% más que hace un año y por encima de las estimaciones de 6.500 millones de dólares. La empresa ingresó 89.500 millones de dólares en nuevos activos netos, muy por encima de los 60.300 millones de dólares que esperaban los analistas.
La división de valores institucionales de Morgan Stanley, dirigida por Pick y que comprende la banca de inversión y el comercio, reportó $5.650 millones en ingresos netos, un 8% menos que hace un año y superando ligeramente las expectativas de los analistas de $5.500 millones.
Los ingresos de la banca de inversión se mantuvieron estables en poco menos de 1.100 millones de dólares, por encima de las estimaciones de 1.000 millones de dólares. Mientras tanto, los ingresos por operaciones de renta fija y renta variable cayeron un 22 por ciento a 4.300 millones de dólares, por debajo de las expectativas de 4.400 millones de dólares.
Los ingresos comerciales han estado bajo presión durante los últimos seis meses, una desviación de un auge anterior cuando la pandemia de coronavirus, la invasión rusa de Ucrania y el final de la era de bajas tasas de interés impulsaron la volatilidad en los mercados financieros.
Su rival JPMorgan Chase informó la semana pasada que las tarifas de banca de inversión cayeron un 6 por ciento, mientras que Citigroup sufrió una caída del 31 por ciento en las tarifas. Los ingresos comerciales de JPMorgan cayeron un 10 por ciento y los de Citi un 13 por ciento.
Goldman Sachs informa resultados el miércoles y los analistas se preparan para un trimestre débil.