Las escuelas comerciales de fútbol ya no podrán utilizar los campos deportivos municipales de Ámsterdam a partir de la próxima temporada. El municipio anunció esto en una carta el lunes. Entre otras cosas, habrá dos supervisores que tendrán que comprobar si las escuelas de fútbol han cerrado un contrato de alquiler antes de entrenar en los 145 campos municipales.
Dentro del mundo del deporte amateur de Ámsterdam se ha discutido durante algún tiempo sobre las aproximadamente ochenta escuelas locales de fútbol, donde los niños reciben entrenamiento adicional por una tarifa. Una oferta atractiva para (padres de) niños a los que les encantaría llegar al fútbol profesional. Las escuelas ganan buen dinero (unos 13 euros por formación), pero no pagan por los campos que utilizan. En una asociación de aficionados, la formación cuesta menos de dos euros. Mientras tanto, esos clubes de aficionados accesibles a menudo lo están pasando mal; entra poco dinero y es difícil ofrecer una formación de calidad.
La situación que se ha presentado es torcida, dice el regidor Sofyan Mbarki, sobre todo porque los clubes de aficionados “también sufren de uso indebido porque eso provoca conflictos sobre el uso del campo, por ejemplo”. Mbarki también señala el hecho de que muchas de las escuelas no solicitan una Declaración de Comportamiento de sus empleados, lo que puede crear situaciones inseguras para los estudiantes de fútbol.
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