Las enfermeras indonesias de Assen exigen miles de euros a la Universidad de Ciencias Aplicadas Avans+

Quince enfermeras indonesias que trabajaron y realizaron prácticas en Zorggroep Drenthe quieren que la Universidad de Ciencias Aplicadas Avans+ les devuelva miles de euros.

Las enfermeras afirman que la escuela nunca pagó el subsidio de reubicación prometido y que perdieron sus salarios por culpa de Avans+. Las partes se enfrentan hoy en el tribunal de Breda.

El grupo de quince trabajadores sanitarios afirma que Avans+, la rama comercial de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Avans, les ha prometido un subsidio de reubicación de 7.750 euros para su llegada a los Países Bajos. Nunca recibieron un centavo de esa compensación.

Además, según las enfermeras, Avans+ aplicó un crédito fiscal sobre la nómina a la beca de estudios que el formador les pagó sin su conocimiento adecuado.

En aquel momento, Zorggroep Drenthe también aplicó un crédito fiscal a los salarios de las enfermeras. Como empleado, no está permitido utilizar este crédito fiscal para salarios con múltiples empleadores.

Las enfermeras dicen que esto les hizo recibir menos salario neto y que las autoridades fiscales han reclamado cientos de euros.

Avans+ no está de acuerdo con las críticas de las enfermeras y no tiene intención de pagar.

El proyecto con las enfermeras indonesias fue desacreditado el año pasado después de publicaciones, entre otros, de RTV Drenthe y EenHoy sobre abusos.

Al parecer, las enfermeras habían llegado a los Países Bajos con falsos pretextos. Vinieron aquí como parte de un proyecto del mediador de atención médica Yomema, para abordar la escasez de atención médica aquí.

Se suponía que las enfermeras conseguirían un trabajo en un hospital, pero finalmente se formaron en Avans+ y realizaron prácticas en el hogar y en el cuidado de personas mayores.

Una vez en Drenthe, las enfermeras se quejaron de los numerosos turnos interrumpidos y los fines de semana que tenían que trabajar. Las horas extras trabajadas desaparecieron de la administración y no se les pagó el tiempo de viaje entre clientes.

Quien detuviera el proyecto por su propia voluntad tuvo que pagar una multa de 9.000 euros. Obtener dos calificaciones reprobatorias significó una salida forzosa al país de origen.

La mayoría de las enfermeras han dejado de formarse. Algunos han encontrado otro trabajo en los Países Bajos o están casados ​​con un holandés.

A raíz de los abusos, el Servicio de Inmigración y Naturalización (IND) impuso a Avans+ una prohibición de dos años de solicitar visas de estudio para estudiantes extranjeros.

Avans+ ha dejado de aceptar nuevos estudiantes de salud indonesios. Un intento de cancelar inmediatamente el proyecto fracasó en los tribunales.

La Inspección de Trabajo holandesa lleva un año y medio investigando el proceso de trabajo y aprendizaje. Aún no se sabe cuándo se completará esa investigación.



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