Una procesión roja y verde discurre en una larga fila desde la estación de metro Rotterdam Zuidplein en dirección Ahoy. Ocupados hablando entre ellos, el grupo de cientos de personas avanza hacia el lugar del evento, chaquetas rojas y verdes caminando hombro con hombro. Hoy no tendrá lugar allí ningún concierto pop ni competición deportiva, pero sí el primer congreso conjunto de GroenLinks-PvdA, los dos partidos de izquierda que participan con una sola lista electoral en las elecciones a la Cámara de Representantes. “Un día histórico”, suena por todas partes. O: “Un momento mágico”.
Muchos miembros han hecho todo lo posible por incorporar la cooperación de izquierdas en sus conjuntos, con botones o bufandas con el texto ‘Juntos podemos hacerlo’. La exdiputada de GroenLinks, Ineke van Gent, que preside la conferencia, vistió para la ocasión un traje rojo, rematado con zapatos verdes y una blusa verde. El vestíbulo está cubierto de carteles con imágenes del líder del partido, Frans Timmermans, y de la número dos, Esmah Lahlah.
El ambiente no es del todo relajado. La guerra entre Israel y Hamas, con miles de muertos y heridos la semana pasada, cuelga como un manto sobre el congreso. „Del río al mar, Palestina será libre”, grita una mujer frente a la entrada, agitando una gran bandera palestina. Algunos miembros llevan el ‘bufanda Arafat’ a cuadros blancos y negros durante todo el día. El congreso comienza con un conmovedor minuto de silencio para conmemorar a las víctimas en Israel y la Franja de Gaza.
División sobre la violencia en Oriente Medio
En términos de contenido, el estallido de violencia en Medio Oriente la semana pasada ha causado división dentro de los dos partidos. Un grupo de miembros críticos había escrito una carta airada a la dirección del partido y se presentó una moción severa. Criticaron la primera reacción del líder del partido, Timmermans, la semana pasada ante los sangrientos ataques de Hamás contra Israel. ¿Por qué Timmermans no había expresado también su preocupación por el destino de los palestinos en Gaza, que han sido oprimidos por el gobierno israelí durante años? ¿Y por qué no se presiona a Israel para que respete los derechos humanos?
Para evitar que el congreso de Ahoy se viera dominado por la cuestión palestina y expusiera discordias en la cooperación de izquierda, la dirección del partido había consultado con los autores de la moción hasta el último minuto. El resultado fue una moción enmendada que ya fue adoptada de antemano por las juntas directivas y las facciones parlamentarias de ambos partidos. El llamado a condenar tanto el terrorismo de Hamás como las represalias de Israel fue adoptado con más del 96 por ciento de los votos.
La dirección de la “Izquierda Unida” estaba muy preocupada por irradiar unidad entre los jóvenes y, aquí y allá, una cooperación de izquierda todavía frágil. Usted vio esto en presencia de líderes prominentes de ambos partidos, pasados y presentes. Para los miembros más acérrimos de GroenLinks y PvdA debe haber sido una sensación incómoda verlos caminar fraternalmente y sentarse uno al lado del otro.
Por ejemplo, el exlíder de GroenLinks, Bram van Ojik, que coescribió el manifiesto electoral y lo defendió en el escenario. Su antiguo rival en el PvdA, Diederik Samsom, hasta hace poco mano derecha de Frans Timmermans en Bruselas. Timmermans dimitió como comisario europeo este verano para convertirse en líder del partido de izquierda.
Figuras públicas críticas
A la conferencia también asistieron figuras destacadas y críticas. La ex eurodiputada de la Izquierda Verde, Judith Sargentini, había presentado algunas enmiendas en un intento de endurecer el párrafo sobre asilo en el manifiesto electoral conjunto, pero no fueron aceptadas por los diputados. El líder de GroenLinks, Jesse Klaver, saludó a Hans Spekman en su breve discurso. El ex presidente del PvdA siempre se ha opuesto abiertamente al proyecto de cooperación de izquierda. Klaver: “Me alegro de que estés aquí, Hans”.
Al final de la doble reunión de miembros, el manifiesto electoral fue aceptado por igual unanimidad. Los miembros de ambos partidos lograron modificar el programa en dos puntos notables. El salario mínimo no debería aumentarse “paso a paso” hasta los 16 euros por hora, como se indica en el proyecto de manifiesto electoral, sino “inmediatamente”. Las fracciones de la Cámara de Representantes no están a favor de esta enmienda, pero una mayoría del 64 por ciento aprobó esta enmienda.
Además, una estrecha mayoría (53 por ciento) del Congreso votó, entre fuertes aplausos, abolir la monarquía e “introducir una república parlamentaria”. La próxima semana, el D66 también celebrará su conferencia electoral y allí se someterá a votación la misma enmienda.
Lea también la entrevista a Frans Timmermans: ‘Sería bueno para todos que el VVD no gobernara’
En su discurso de clausura, Timmermans destacó la necesidad de una política climática más ambiciosa. Abogó por un Acuerdo Verde holandés, basado en el amplio programa de medidas para detener el calentamiento global que inició como Comisario Europeo. Timmermans también vinculó su agenda climática a temas sociales, como garantizar la seguridad social. También subrayó que las puntas de lanza tradicionales de GroenLinks y PvdA combinan muy bien. Según el líder del partido, no se trata de “verdes contra rojos”. “La lucha social y la lucha por el clima van de la mano”.