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El PGA Tour y el fondo soberano saudita están luchando por resolver diferencias sobre una alianza de inversión anunciada originalmente en junio, y las negociaciones se prolongarán hasta el próximo año.
El llamado acuerdo marco presentado en junio entre el PGA Tour y el Fondo de Inversión Pública, propietario de LIV, fijó como plazo hasta finales de año para llegar a un acuerdo para unir el golf bajo una única entidad comercial.
Sin embargo, era cada vez más improbable que se cumpliera el plazo del 31 de diciembre y las conversaciones se extendieron debido a varios obstáculos, según personas familiarizadas con el asunto. Tres de las personas dijeron que un posible resultado era un acuerdo más amplio que involucrara a otros inversores junto con PIF. Otro admitió que “las cosas han avanzado muy lentamente”.
Los grandes puntos conflictivos en las negociaciones incluyen cómo compensar a los jugadores del PGA Tour que se mantuvieron leales y rechazaron acuerdos salariales extraordinarios de LIV, y la renuencia entre los jugadores del PGA Tour a participar en golf en equipo al estilo LIV.
El PGA Tour y el LIV habían estado inmersos en un litigio hasta que convocaron una tregua sorpresa, disipando las tensiones después de que docenas de golfistas de primer nivel aceptaron enormes acuerdos salariales para abandonar el PGA Tour y unirse al LIV, un circuito rebelde respaldado por 2.000 millones de dólares del PIF.
Esta semana, el comisionado Jay Monahan dijo en un memorando a los jugadores que los líderes del PGA Tour «siguen centrados» en alcanzar un acuerdo definitivo con el PIF, y que el progreso había sido «deliberado debido a la naturaleza compleja del proceso».
El acuerdo marco original se cerró cuando la junta de políticas del PGA Tour estaba compuesta en gran parte por personas de sus operaciones comerciales, pero ahora los jugadores, incluido Tiger Woods, tienen el control de los votos después de una reestructuración en agosto. Esta semana, el golfista norirlandés Rory McIlroy dijo que dejaría el consejo político.
El PGA Tour también ha mantenido conversaciones con varios potenciales inversores estadounidenses, entre ellos Fenway Sports Group, propietario del Liverpool FC y los Boston Red Sox; Liberty Media, que controla las carreras de Fórmula Uno, y un grupo de personas adineradas apodado los Amigos del Golf, que incluye a los cofundadores de KKR, Henry Kravis y George Roberts.
Raine Group, el banco mercantil, asesora a los jugadores del PGA Tour. No está claro si los inversores externos participarían junto con el PIF o por separado.
Monahan dijo en su memorando que después de recibir una serie de propuestas «no solicitadas» de otros inversores, la gira planea continuar las conversaciones con una lista reducida de partes. «Esta es una parte importante del proceso, que nos permite centrarnos en las ofertas más atractivas y en la creación de valor a largo plazo para ustedes y el circuito», dijo a los jugadores.
El PIF y el PGA Tour declinaron hacer comentarios.
El acuerdo de paz original entre el PIF y el Tour conmocionó al mundo del golf y provocó una feroz reacción de los legisladores en Washington. Se han iniciado varias investigaciones sobre la alianza para analizar cuestiones que van desde preocupaciones antimonopolio hasta cuestiones de seguridad nacional y el tratamiento fiscal caritativo del PGA Tour.
Información adicional de Sujeet Indap y Antoine Gara en Nueva York