Detrás de escena, Shell, ExxonMobil y NAM tuvieron una influencia decisiva en la decisión de extraer una cantidad récord de gas un año después del fuerte terremoto cerca de Huizinge.
Un año después del terremoto cerca de Huizinge, quedó claro que los riesgos de la extracción de gas ya no podían ignorarse. La Supervisión Estatal de Minas (SodM) advirtió que la extracción podría provocar sismos más severos. Por lo tanto, la recuperación tenía que reducirse ‘lo más rápido y lo más posible y realista’. Pero bajo la influencia de las compañías petroleras, el entonces ministro Henk Kamp (VVD) de Asuntos Económicos ignoró el consejo del regulador.
La investigación de ambos diarios muestra que las petroleras recibieron información importante ante la Cámara de Representantes. Está claro en las actas que el Ministerio de Asuntos Económicos, NAM y las compañías petroleras trabajaron en estrecha colaboración. Se mantuvieron mutuamente informados en detalle sobre los acontecimientos políticos relevantes y trataron de ajustarlos a su favor.