Las auditorías sociales no previenen la explotación: un nuevo informe revela abusos en Pakistán


En un llamamiento y una “llamada de atención urgente” para las marcas occidentales que producen en Pakistán, un informe publicado ayer por organizaciones de derechos humanos muestra que los trabajadores de la confección en Pakistán siguen siendo explotados sistemáticamente. En lugar de reducir las quejas mediante el aumento de las auditorías sociales, la situación de los trabajadores en realidad ha empeorado.

Marcas de moda como Gap, Adidas, Asda, H&M, M&S, Puma, Levi’s, Primark, Boohoo e Inditex obtienen sus productos de proveedores que aparecen en el informe. Todos han implementado auditorías sociales para verificar los estándares. “La auditoría social no puede detectar violaciones y claramente no es adecuada para su propósito”, dice Lara Strangways, directora de negocios y derechos humanos de Global Rights Compliance y una de las autoras del estudio. “Las marcas deben actuar urgentemente para repensar su enfoque de abastecimiento y discutir medidas correctivas apropiadas con el movimiento sindical. Si no lo hacen, es sólo cuestión de tiempo antes de que veamos otro desastre que los involucre”.

El informe, preparado por el grupo solidario de trabajadores de la confección Labour Behind the Label en colaboración con International Law Firm for Human Rights y Global Rights Compliance Foundation, expone y detalla la creciente explotación de los trabajadores de la confección en Pakistán sobre cómo las fábricas utilizadas por algunas de las empresas de moda más grandes del mundo Las marcas violan habitualmente los salarios mínimos, imponen horarios de trabajo excesivos, ignoran las preocupaciones de salud y seguridad y evitan la compensación a los trabajadores lesionados o fallecidos.

La alta inflación en Pakistán está empeorando la situación

Esto llega en un momento en que Pakistán se tambalea por una inflación masiva, que alcanzó el 36 por ciento en abril de 2023, su nivel más alto en casi cinco décadas. Los trabajadores que se encuentran en la parte inferior de la cadena de suministro son los más afectados por la erosión de su poder adquisitivo y el deterioro de sus ya difíciles condiciones de vida. El informe muestra que las fábricas han explotado a los trabajadores empleándolos de maneras menos formales para reducir riesgos y recortar costos. Más de un tercio de los trabajadores encuestados recibían un salario inferior al salario mínimo legal y casi dos tercios de los trabajadores no recibían la tarifa horaria acordada por las horas extras forzadas. También se constató que en las fábricas examinadas eran habituales las violaciones de la seguridad y la salud en el trabajo. Las auditorías habitualmente no descubren las infracciones y no se señalan los riesgos asociados.

El informe insta a las marcas de moda a, entre otras cosas, detener la creciente informalización en las fábricas de Pakistán, trabajar para lograr salarios dignos, unirse al Acuerdo de Pakistán y promover la libertad de asociación y la negociación colectiva.



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