Las amenazas de bomba en el Louvre y el Palacio de Versalles en Francia el sábado parecen haber sido una falsa alarma. Los famosos monumentos fueron evacuados tras recibir un mensaje de que los visitantes estaban en peligro.
Además, la estación de tren Gare de Lyon en París tuvo que ser evacuada temporalmente, pero allí tampoco parecía haber nada malo.
Las evacuaciones se produjeron un día después del mortal apuñalamiento en una escuela de Arras, en el norte de Francia. La tensión ha aumentado en Francia tras el fatal apuñalamiento. Como resultado, el nivel de seguridad se ha elevado al más alto nivel.
El sábado, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que se desplegarían 7.000 soldados para patrullas de seguridad adicionales. Macron describió el asesinato en Arras como un acto de «terrorismo islámico bárbaro».