Con la medida, Aeroflot cumple con una orden de las autoridades de aviación rusas. Hizo un llamado a las aerolíneas que han arrendado aviones de compañías occidentales para que ya no vuelen fuera de las fronteras nacionales. Esto evita que esos aviones sean incautados.
Regreso
Las sanciones de la Unión Europea requieren que esos aviones sean devueltos a las empresas de arrendamiento a más tardar el 28 de marzo. Para esas empresas de arrendamiento, la posibilidad de que vuelvan a ver sus cientos de aviones Boeing y Airbus por valor de miles de millones de euros es cada vez menor.
Para Rusia, la decisión también significa que el país quedará aún más aislado del mundo exterior. Los aviones rusos ya no eran bienvenidos en la Unión Europea debido a la guerra iniciada por Rusia en Ucrania. Las aerolíneas rusas aún podían volar a otros países como China y Turquía. Sin embargo, esa opción ahora está cerrada.