La debilitada empresa siderúrgica Swiss Steel reducirá parte de su capacidad de producción en el marco de su programa de reestructuración.
Pero la empresa no cerrará ninguna planta, según afirmó el director de la empresa, Frank Koch, en el periódico “Frankfurter Allgemeine Zeitung” (edición del lunes).
Swiss Steel se encuentra en una crisis estructural. “Por eso tenemos que reaccionar y reducir nuestros costes fijos, además de las medidas que ya hemos tomado”. El directivo no quiso comentar sobre el alcance específico de los recortes ni lo que significan para los empleados. Koch ya había subrayado en agosto, al presentar las cifras semestrales, que el grupo quería centrarse en el ahorro de costes.
Swiss Steel “negó categóricamente” los rumores de un procedimiento de insolvencia en un comunicado de prensa del viernes. “Es negligente e incluso peligroso difundir tales rumores a través de los medios de comunicación”, afirmó Koch. Esto inquieta a los empleados, clientes y proveedores de Swiss Steel.
Sin embargo, la empresa se encuentra en una “tormenta perfecta”. El fabricante de acero sufre los problemas de la industria de suministros para el automóvil. Koch espera, entre otras cosas, que el gobierno federal alemán apoye a la industria del automóvil con bonificaciones para la compra de vehículos eléctricos.
En la bolsa suiza SIX, las acciones de Swiss Steel subieron temporalmente el lunes un 5,31 por ciento hasta 3,275 francos.
FRÁNCFORT (dpa-AFX)