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Las acciones de Hong Kong registraron sus mayores ganancias diarias este año luego de un llamado del primer ministro de China para un apoyo estatal “enérgico” para detener una dura caída del mercado.
El índice de referencia Hang Seng de la ciudad subió un 2,6 por ciento el martes después de que el primer ministro Li Qiang pidiera «medidas más contundentes y efectivas para estabilizar el mercado e impulsar la confianza».
El Hang Seng cayó casi un 14 por ciento el año pasado, lo que lo convierte en uno de los índices de referencia de peor desempeño en todos los grandes mercados. Las acciones de Shanghai, Shenzhen y Hong Kong siguen perdiendo terreno como resultado de la desaceleración del crecimiento económico en China, una crisis financiera no resuelta en el sector inmobiliario y el empeoramiento de las tensiones entre Beijing y Washington.
Los operadores dijeron que los comentarios de Li provocaron que un puñado de fondos globales comenzaran a comprar estratégicamente acciones infravaloradas en Hong Kong, donde las acciones han bajado alrededor de un 10 por ciento este año. Pero agregaron que los avances serían fugaces si el apoyo estatal no se materializaba.
«Esta es una compra saludable, pero a menos que haya evidencia de su implementación, el impacto de este tipo de retórica desaparecerá tan rápido como apareció», dijo el jefe de la mesa de operaciones de un banco de inversión en Hong Kong. «Este podría ser el niño que gritó lobo».
Las acciones chinas en Shanghai y Shenzhen apenas cambiaron. El índice de referencia CSI 300 subió sólo un 0,4 por ciento el martes. «El repunte puede ser de corta duración», dijo Dickie Wong, jefe de investigación de Kingston Securities.
Por otra parte, el martes, el regulador de videojuegos de China eliminó de su sitio web un borrador de reglas que proponían controles sobre el gasto de los jugadores, impulsando las acciones de los desarrolladores de juegos Tencent y NetEase que cotizan en Hong Kong y ayudando al índice tecnológico Hang Seng a subir un 3,8 por ciento.
Durante el año pasado, las autoridades de Beijing intentaron detener una venta masiva prolongada de acciones chinas. Las medidas públicas para impulsar la demanda incluyeron recortes a las tarifas de negociación de acciones y compras de acciones bancarias por parte de un fondo de inversión gubernamental.
Los reguladores también han comenzado a emitir instrucciones privadas a fondos mutuos y compañías de valores chinos que les prohíben ser vendedores netos de acciones en ciertos días.
La falta de interés de los inversores obligó al gobierno de la ciudad a convocar el año pasado un grupo de trabajo sobre liquidez para recomendar medidas para impulsar la actividad comercial.
Pero ese esfuerzo ha tenido poco impacto, según estimaciones de los analistas de Goldman Sachs, que mostraron que la proporción de cotizaciones en Hong Kong con menos de 1 millón de dólares de facturación diaria había aumentado a alrededor del 60 por ciento a finales de 2023, en comparación con un promedio histórico de alrededor del 30 por ciento.
«El capital y los inversores estadounidenses han sido más cautelosos cuando se trata de posicionarse en acciones chinas que cotizan en Hong Kong», dijo Kinger Lau, estratega jefe de acciones de China en Goldman Sachs.
Pero añadió que el aumento de los flujos de inversión de los inversores de Oriente Medio y del sudeste asiático «había compensado parcialmente la reducción del posicionamiento de los inversores estadounidenses y europeos».