Reducir la cabaña porcina en un 30 por ciento para 2030 y así reducir las emisiones de amoníaco. Esta ambición del gobierno flamenco se enmarca en los acuerdos sobre nitrógeno firmados. Para hacer realidad esta ambición, se desarrolló un plan de cese voluntario de las granjas porcinas.
Una convocatoria inicial a principios de este año estaba dirigida a granjas porcinas con una puntuación de impacto superior al 0,5 por ciento. Esta puntuación mide la contribución de una empresa agrícola a la deposición de nitrógeno en una reserva natural.
En la segunda ronda, las granjas porcinas con una puntuación de impacto superior al 0,025 por ciento ahora también podrán presentar una solicitud. La segunda convocatoria se realizará del 6 de noviembre al 19 de enero de 2024. Los agricultores que sean elegibles según los datos de la Agencia Flamenca de Tierras (VLM) serán informados a través de la VLM.