Laarder recibe una multa por distribuir folletos difamatorios a través de Kerkelanden

«Es violento y vago», «consume drogas (blandas) en secreto» y «es un ladrón común y corriente sin remordimientos». Esta es una selección de los textos de los folletos que se distribuyeron en el distrito Hilversum de Kerkelanden a principios de noviembre del año pasado. El hombre detrás de estos folletos es Laarder, de 65 años. Los textos de los volantes son sobre el exnovio de su hija, quien presenta una denuncia por difamación y calumnia.

Frustrado

Pero el demandante no está presente en la sala de audiencias del tribunal de Almere, sólo el abogado. De Laarder sí apareció, junto con su abogado. Reconoce que efectivamente distribuyó varios folletos en el barrio. Según él, se trata de cinco piezas que colocó en la casa, debajo de los limpiaparabrisas y en los buzones de correo. Según el objetivo, había más, unos treinta volantes.

Cuando el juez pregunta por qué distribuyó estos folletos a través de Kerkelanden, el sospechoso tarda un poco en responder. al punto llega. “En un momento me sentí frustrado”, dice. El joven tenía una relación con su hija, pero aunque a De Laarder no le agradaba la pareja de su hija, vivió con él durante la crisis del corona.

Acción estúpida

Mientras De Laarder estaba de vacaciones, asaltaron su casa. Algunos artículos caros y la ropa de su hija habían desaparecido. Tenía una fuerte sospecha de que su hija había alentado a su entonces novio a hacer esto. Sin embargo, no tiene pruebas de ello. Sin embargo, el hombre denuncia el incidente a la policía, visita al niño en la casa de sus padres y envía mensajes de texto a la madre del niño.

Por «pura frustración», el hombre toma el asunto en sus propias manos y decide distribuir los folletos cerca de la casa de sus padres en Kerkelanden. «Fue una acción estúpida, punto. Esto me da dolor de estómago», mira hacia atrás, audiblemente emocionado. Pero cuando el juez le pregunta si él también se arrepiente, no quiere responder de inmediato. «No sé si eso tendrá consecuencias legales, pero fue una estupidez».

Bien

Tanto el oficial como el abogado del sospechoso coinciden en que estos folletos no son difamatorios. Estos son rasgos de carácter y, por lo tanto, no son ofensivos. Sin embargo, el Ministerio Fiscal exige una multa de 350 euros por difamación.

Aunque el juez coincide con las posiciones del Ministerio Público y de la defensa, afirma que en los volantes había una palabra que podría ser vista como calumniosa: ‘ladrón’. «Acusar a alguien de ser un ladrón, creo que es lo suficientemente específico y entra dentro de la categoría de difamación.» Por eso el juez le da la razón a la multa de 350 euros.



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