Ddespués de la serie de culto Familia moderna donde estaba Gloria Delgadobella, amigable y joven esposa de Jay Pritchett, Sofía Vergara muda su piel y se vuelve Griselda Blanco, narcotraficante indiscutible que realmente existió. La brillante actriz, además de ser la protagonista de este Miniserie de Netflix en seis episodiostambién es productor ejecutivo. El equipo es el mismo que narcos – el escritor Doug Miro, el productor Eric Newman y el director Andrés Baiz – pero en el centro del escenario Ya no existe la historia de Pablo Escobar sino la igualmente verdadera historia de Griseldaconocida como la madrina de la cocaína.
griselda: la trama de la miniserie de Netflix
colombiana griselda blanco restrepo ella es conocida en las noticias por haber sido la indiscutible reina de los narcóticos: su actividad criminal duró unos veinte años, de los años 70 a los 80. La historia comienza desde su difícil infancia. Criado en Medellín en absoluta pobreza, en una familia muy disfuncional donde el abuso está a la orden del día. por culpa de una madre prostituta, alcohólica y rodeada de personajes violentos y criminales.
Para escapar de una vida de dificultadessin perspectivas, se adentra en el despiadado mundo del narcotráfico gracias al infame Pablo Escobar, su amigo de la infancia, no sin antes matar a un marido innoble e inepto y se refugió en Miami con sus tres hijos. Es exactamente en Florida comenzó a darse a conocer por su audacia, por las ingeniosas formas de vender y comercializar cocaína. Su increíble capacidad para sobrevivir, combinada con una inusual ferocidadte permitirá construir un imperio y convertirse en uno de los capos del narcotráfico más temidos.
Los autores de Griselda han elegido brillantemente ser menos adherentes y fieles al registro histórico, y ponen énfasis en el aspecto más oscuro de una personalidad femenina que tiene cientos de asesinatos en su conciencia y lucha por sobresalir en un mundo sólo de hombres. El ansia de poder será su arma vencedora y, al mismo tiempo, su perdición.
El paralelo con Narcos y una protagonista femenina
El director y los guionistas conocen bien la comparación con la historia de Escobar. Ser narcos puede considerarse un relato bastante sombríocon estilo documental, griselda tiene una narrativa aún más vertiginosa, atrevido y potente, con toques humorísticos y pulp. el intenso La interpretación de Sofía Vergara llama la atención desde el primer episodiodesde el momento en que se ve obligada a huir de su marido narcotraficante.
Herida, frágil, aún sin ser plenamente consciente de su destino, siempre muestra su carácter tenaz, su voluntad de hierro. A pesar de la ayuda de una amiga (Vanessa Ferlito) que le ofrece un trabajo digno aunque sea humilde, lo que le permitiría empezar una nueva vida legalmente, la mujer no puede mantenerse alejada de la llamada de una vida al límitepara no renunciar a la inmensa riqueza que sólo la venta de cocaína puede proporcionarle.
La difícil vida del Cartel de Medellín No Y más detrás de su espalda pero es el futuro para él y su familia. Las características dramáticas de la serie -sangrientas pero nunca aterradoras, al menos no como la violencia plástica de Scorsese- permiten que Sofía olvide el personaje que la hizo famosa, reinventándose en un papel todavía latino y sin embargo finalmente algo más: la “madrina”, y no sólo por el uso bastante extraño de prótesis y maquillaje en muchas escenas.
Sofía Vergara: de los roles de actriz de carácter latino a intérprete dramática
En una entrevista reciente con Los Ángeles Times, Sofía Vergara confesó ser consciente del hecho El hecho de que no pueda interpretar muchos personajes femeninos interesantes se debe a su acento., y por su indudable y tetona feminidad. Con griseldaLa buena actriz se vengó de los estereotipos. convenciendo y entusiasmando a crítica y público gracias a su interpretación.
Si con el narco despiadado Vergara sólo tiene en común el lugar de nacimiento y el idiomalos episodios de sexismo y misoginia que atraviesa Griselda desde el inicio de su deplorable carrera, entre competidores masculinos que la subestiman y avances sexuales no solicitados en el lugar de trabajoparecen pertenecer a todas las mujeres, criminales o no.
Desarrollo narrativo también muestra implicaciones de solidaridad y hermandad femenina, pero Griselda aprendió a jugar en el cuadro masculino, en su propio juego: desciende al mismo nivel de brutalidad y violencia para intentar conseguir el respeto que se merece. Lo consigue, por supuesto, pero a un precio muy alto.
Se subrayan las pocas críticas dirigidas a la miniserie la molesta espectacularización de los horrores y la dificultad para alejarse de ciertos clichés clásicos en contar el mundo de las drogas y la historia de Colombia. Pecados veniales que pasan a un segundo plano frente a una actuación actoral y una figura original de mujer, un poco Caracortada y un poco Lady Macbeth, que no será fácilmente olvidada.
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