La vida es cara y lo vintage está de moda: el nerviosismo por el reciclaje va en aumento. ‘Nunca debes estar buscando algo, pero siempre debes estar dispuesto a encontrar algo’

La pareja está jubilada y le encanta curiosear en las tiendas de segunda mano. “Compré cortinas aquí la semana pasada por 8 euros”. No son los únicos entusiastas, se da cuenta. “No es tan malo ahora, porque son vacaciones de verano, pero últimamente hay más gente caminando”.

Seamos realistas, las tiendas de segunda mano no son nuevas. Solo abre una revista viva y verás: solo esa bonita lata de galletas en la cocina y ese jarrón especial en la estantería provienen de la tienda de segunda mano.



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