La vida de una mujer estadounidense embarazada en Malta está en peligro porque no se permite el aborto que tanto necesita

A Andrea Prudente (38) y su pareja Jay (45) les dijeron que los médicos solo deberían intervenir si Andrea se pone de parto o si el corazón del feto se detiene. «Pero no hacen nada más», le dijo a la BBC su esposo, Jay Weeldreyer. Ahora se encuentran en una situación terrible, con la esperanza de que el corazón de su hija deje de latir antes de que Andrea desarrolle una infección mortal.

“El sangrado y la separación de la placenta del útero, con la membrana completamente rota y el cordón umbilical del bebé asomando por el cuello uterino de Andrea, la pone en un riesgo extremadamente alto de infección, todo lo cual podría haberse evitado”, dijo Weeldreyer. “El bebé no puede vivir, no hay nada que se pueda hacer para cambiar eso. La queríamos, todavía la queremos, la amamos, deseamos que pueda sobrevivir, pero no lo hará. Y no solo estamos en una situación en la que perdemos a una hija que queríamos, sino que el hospital también está poniendo en riesgo a Andrea por más tiempo”, agrega.

Los médicos aconsejaron a Prudente que abandonara el hospital y esperara en su hotel hasta que el corazón del feto se detuviera o desarrollara una infección, después de lo cual es posible una intervención. “Siento que estoy siendo traumatizada activamente”, dice la mujer.

La pareja ha estado en el hospital durante una semana, esperando que suceda algo. Después de todo, la condición de Andrea podría cambiar rápidamente en cualquier momento, pero después de esperar seis días por uno de los dos escenarios terribles, Jay y su esposa están exhaustos, dice. “Este procedimiento podría haberse realizado en dos horas, sin poner en peligro a Andrea y dándonos la oportunidad de llorar. En cambio, es algo prolongado, y terminas con pensamientos muy sombríos y piensas, ‘¿Cómo puede terminar esto?’”

La única esperanza de la pareja es una evacuación médica de emergencia al Reino Unido a expensas de su seguro de viaje, pero el hospital inicialmente se negó a compartir el historial médico de Prudente con la compañía de seguros, dijo la mujer. Fue solo después de que llamaron a un abogado que el hospital aceptó la solicitud de pasar su información médica a su seguro. “Solo quiero salir vivo de aquí”, dijo Prudente. “Incluso en mis sueños más locos, nunca pensé que terminaría en una pesadilla como esta”. Al comprar su historia, espera salvar a otras mujeres del mismo destino. “No quiero que esto le suceda a más personas”, dice ella.

En 2017, otra turista fue evacuada de Malta a Francia para someterse a un aborto de urgencia. Sin embargo, esta no es una opción para las mujeres maltesas. Malta es el único país europeo donde existe una prohibición total del aborto, incluso si el feto ya no tiene posibilidades de sobrevivir. Por lo tanto, las mujeres en Malta que deseen abortar solo tienen la opción de comprar medicamentos abortivos ilegales en línea o abortar en el extranjero.