La elección de mudarse a Toronto con un super salario está resultando un desastre. Llevamos dos temporadas mediocres. Una discusión con un fan es un signo de creciente frustración.
La vida de Insigne ha dado un giro tortuoso, una trayectoria que parece un boomerang, como uno de esos SuperTele del pasado que iban solos y se estrellaban en casi todas partes, especialmente en las curvas. Las imágenes de estas horas nos muestran mientras – saliendo de su palco en las gradas – discute duramente con un aficionado de Toronto, es insultado por él y reacciona de la peor manera, insultando a su vez – “vete a la mierda”, le grita – pidiendo pidiendo respeto y diciéndole que se vaya al infierno con tonos y gestos poco elegantes. Luego su esposa se lo lleva a la fuerza y el asunto termina ahí, pero el polvo sigue levantado.