La última señal de vida del futbolista judío Julius Hirsch


El hecho de que Hirsch fuera judío realmente no importó hasta 1933. Julius Hirsch, a quien todo el mundo llama simplemente “Juller”, es alemán. Nacido en 1892, creció como hijo de un comerciante en Karlsruhe. Julius se unió al Karlsruher a la edad de diez años. VF y maduró allí hasta convertirse en uno de los mejores futbolistas de su tiempo. Hirsch viste siete veces la camiseta de la selección alemana, es participante olímpico y dos veces campeón de Alemania: en 1910 con el KFV y en 1914 con la Fuerth Gaming Association.

Hirsch premiado por valentía especial

Hirsch está en la cima de su carrera futbolística cuando estalla la Primera Guerra Mundial. Para él y sus tres hermanos es natural luchar por la patria. Recibió la Cruz de Hierro por su valentía. Después de la guerra, volvió a jugar al fútbol, ​​primero en Fürth y luego nuevamente en su club local, Karlsruher FV. En 1925 puso fin a su carrera activa.

Los años 20 son una época feliz, en lo privado y en lo profesional. Hirsch se casa y tiene dos hijos. A partir de 1926, junto con su hermano Max, dirigió con éxito la empresa familiar, especializada en la fabricación de artículos deportivos y artículos de piel. Pero la crisis económica mundial paralizó el negocio. En 1933, la empresa tuvo que declararse en quiebra, en el año de la transferencia del poder a los nacionalsocialistas.

En el mismo año, numerosos clubes de fútbol deciden en obediencia anticipada -porque todavía no hay una orden oficial- excluir a los judíos de sus clubes. Incluido el Karlsruher FV. Profundamente afectado, Hirsch declaró su renuncia un día después, anticipándose así a la humillante exclusión.



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