La Unión Europea destinará 380 millones de euros a una planta piloto de chips fotónicos que se pondrá en marcha el próximo año. Estos semiconductores procesan información con luz, en lugar de electrones. Esto puede, por ejemplo, hacer que los centros de datos sean más eficientes energéticamente.
Un tercio de la inversión, 133 millones de euros, se destina a nuevas líneas de producción en Twente y Brabante, informa el Ministerio de Economía en un comunicado. El propio ministerio aportará 66 millones de euros.
Los chips fotónicos son más económicos que los chips de computadora con cables de cobre. La tecnología es útil en redes, pero también en el diagnóstico de enfermedades, la producción de alimentos y los vehículos autónomos que funcionan con los llamados lidars, los sensores láser que escanean el entorno del coche.
El mercado de ventas de chips fotónicos es todavía pequeño, en comparación con las megafábricas de Asia que fabrican chips de memoria o procesadores para teléfonos o computadoras. Pero la UE ve la fotónica como un sector floreciente que generará crecimiento industrial. El objetivo es construir la cadena de suministro completa de chips fotónicos en la UE, desde la investigación, el diseño hasta las máquinas de chips y la fabricación real. Los Países Bajos desempeñan un papel central en esto.
Hasta ahora, la mayoría de los inventos fotónicos no han avanzado más allá del laboratorio, porque faltaba una buena “línea de prueba” que pudiera producir chips en pequeñas cantidades. Se construirá en la TU Eindhoven y la Universidad de Twente, bajo la atenta mirada del instituto de conocimiento TNO. Se trata de dos “sabores” diferentes de tecnología fotónica, cada uno de los cuales produce diferentes tipos de chips, por ejemplo para su uso en ordenadores cuánticos.
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Los Países Bajos ya han invertido mucho dinero (más de mil millones de euros) en el desarrollo de chips fotónicos a través del Fondo Nacional de Crecimiento. Parte de esto se destinó a la fábrica de chips Smart Photonics en Eindhoven. Con parte de esta nueva inversión, Smart Photonics cambiará su línea de producción a otras de mayor tamaño obleasdiscos redondos con virutas. La ambición es que los Países Bajos produzcan 100.000 de estas obleas anualmente para 2030. cada uno con más de mil fichas.
La UE quiere volverse menos dependiente de la producción de chips en Asia y está aplicando una política industrial activa con apoyo estatal. Los 380 millones para las nuevas líneas de prueba han sido asignados por Chips Joint Undermaking (CJU), una asociación de empresas, instituciones de conocimiento y gobiernos europeos, que forma parte de la Ley de Chips de la UE. La Ley de Chips supone un total de 43.000 millones de euros. Gran parte de esa cantidad está destinada a grandes fábricas de chips, como las de TSMC en Dresde o las de Global Foundries en París. La fábrica más cara, la de Intel en Magdeburgo, Alemania, ha sido pospuesta al menos dos años porque el fabricante estadounidense de chips tiene problemas financieros.
El reciente informe Draghi pide invertir cientos de miles de millones de euros en la industria europea de chips para evitar que la UE sea derrocada en la batalla entre China y Estados Unidos, donde el presidente entrante Trump promete aplicar una política comercial agresiva.