La UE acuerda reservar beneficios de los activos rusos congelados


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Los países miembros de la UE han respaldado un plan para reservar miles de millones de euros de ganancias derivadas de la congelación de activos del banco central de Rusia, en un primer paso hacia su posible uso para la reconstrucción de Ucrania.

La decisión unánime del lunes, que aún no se ha formalizado en las próximas semanas, es parte de la muestra de apoyo del bloque a Kiev antes del segundo aniversario de la invasión a gran escala de Rusia. También se produce en vísperas de una cumbre el jueves en la que se espera que los líderes de la UE aprueben 50.000 millones de euros en apoyo financiero para Ucrania.

De los 260.000 millones de euros de reservas extranjeras rusas inmovilizadas en 2022 en respuesta a la invasión de Moscú, 191.000 millones de euros están depositados en Euroclear de Bélgica, un depósito central de valores, y están generando miles de millones a medida que los valores alcanzan su vencimiento y se reinvierten.

Según el acuerdo alcanzado el lunes, los beneficios generados por Euroclear se contabilizarán por separado y no se pagarán como dividendos a los accionistas hasta que los países de la UE decidan por unanimidad establecer una «contribución financiera al [EU] presupuesto que se recaudará con estos beneficios netos para apoyar a Ucrania”, según un borrador visto por el Financial Times.

Ese gravamen será “consistente con las obligaciones contractuales aplicables y de conformidad con [EU] y el derecho internacional”, añade el texto. No hay un cronograma sobre cuándo se debe presentar una propuesta separada. La propuesta sólo apunta a ganancias futuras y no se aplicará retrospectivamente.

Los países miembros también determinarán qué cantidad podrán conservar los depositarios centrales de valores, además de las cantidades necesarias para cubrir los costos legales y de gestión.

Las propuestas de la Comisión Europea sobre el manejo de los activos en diciembre no llegaron a confiscar las ganancias y transferirlas al presupuesto común de la UE, dadas las preocupaciones del Banco Central Europeo y las capitales clave de que hacerlo podría desencadenar inestabilidad financiera y provocar medidas de represalia por parte de Rusia.

Un esfuerzo separado liderado por Estados Unidos y respaldado por el Reino Unido, Japón y Canadá para confiscar todos los activos de Rusia, en lugar de sólo las ganancias, enfrenta la resistencia de los miembros europeos del G7, en particular Alemania, Italia y Francia.



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