La Turquía de Montella se lo cree, un gol en propia puerta apaga el sueño. Holanda en semifinales


El equipo del técnico italiano se adelantó con Akaydin, en la segunda mitad, en el 6′, la Oranje anuló con De Vrij y un gol en propia puerta de Muldur: el 10 de julio se enfrentará a Inglaterra.

Lorenzo Topello

6 de julio de 2024 (modificado a las 23.15 h) – MILÁN

Exactamente diez años después de la última vez, Holanda llega a las semifinales de un gran torneo. La noche del 5 al 6 de julio de 2014 derrotaron a la sorpresa del Mundial de Brasil, Costa Rica. Esta vez también despacharon al outsider más interesante de todos, Las mil y una noches de Vincenzo Montella, y entraron en el penúltimo acto del Europeo. Necesitamos un regreso de corazones fuertes y gente de pensamiento rápido: a falta de veinte minutos, Turquía (también apoyada por el presidente Erdogan en las gradas) está por delante uno a cero. Pero cuando cae el telón en el Estadio Olímpico de Berlín, de repente llega el 2-1 para los Países Bajos del Inter: las firmas de De Vrij y Gakpo (cuyo desvío, sin embargo, el último toque fue para Muldur, que envió un centro de Dumfries). merece la pena acceder al partido del próximo miércoles en Dortmund contra Inglaterra. Turquía sale con la frente en alto, pagando dos incertidumbres defensivas y sin encontrar suerte en el ataque en el tiempo de descuento.

SORPRESA AKAYDIN

Koeman confirma a los fieles: la votación Bergwijn-Malen, a pesar del doblete de este último contra Rumanía, la gana nuevamente el extremo del Ajax en el tridente que completan Depay y Gakpo. Los «italianos» Dumfries, De Vrij y Reijnders eran intocables. Montella vuelve a encontrar a Calhanoglu y Akaydin: el primero actúa como centrocampista ofensivo junto con Yildiz y Baris Yilmaz detrás de la joya Guler, el segundo se sitúa en el centro de la defensa con Bardakci gracias a la descalificación de Demiral tras la celebración política contra Austria castigada por la UEFA. En un Olympiastadion donde hierve la pasión turca, la primera oportunidad está en el pie derecho de Depay, que tras una acción persistente se abre paso y envía el balón alto. El ritmo no es apasionante, hay tráfico en el centro del campo: Ozcan intenta cambiar el guión en el minuto 11 desde fuera del área, sin mirarse al espejo. Calha y Reijnders juegan un derbi de Milán con poca luz, Dumfries no brilla por la derecha. Turquía, tras un planteamiento tibio, mejoró en la segunda mitad del tiempo y marcó en el minuto 35, con su primer disparo a portería. Para variar, sobre el desarrollo de un córner: centro que la defensa oranje escupe a los pies de Guler, dispuesto a volver a ponerlo en el medio con el (teóricamente) débil, el derecho. Parábola perfecta para el vicealmirante Akaydin: la relación de los centrales turcos con los goles es de almanaques, cabezazo estilo ladrón de área para castigar a Verbruggen desde corta distancia. Y enviar a todos al descanso con 1-0.

la recuperación

En el vestuario Koeman hace un mea culpa: manda a la ducha a un impalpable Bergwijn y busca centímetros en ataque eligiendo a Weghorst. En la fase de posesión pasamos definitivamente al 3-2-5: Dumfries se convierte en extremo, Xavi Simons (entre los menos inspirados) busca espacios en el centro del campo ofensivo. A los balones en el área turca en busca de Weghorst, que en el minuto 51 pasa a Depay, tarde en el toque. Respuesta inmediata: Aké derriba a Guler y es amonestado, en el tiro libre desde 25 metros el mismo número 8 patea y Verbruggen lo desvía al poste. Esperas el asedio naranja, pero hasta la mitad del camino solo ves a Depay disparando balas de fogueo a Gunok. Y efectivamente, en el minuto 65 (de nuevo de falta) lo intenta desde el otro lado Yildiz, que recoge el balón con primera intención y encuentra la respuesta de Verbruggen. Entonces Holanda finalmente se despierta: en el minuto 70, Gunok responde al latigazo de Weghorst en la esquina. Y en la jugada a balón parado, Koeman corresponde al desplante de Montella: Depay intercambia con Schouten y luego pasa el balón por el centro para De Vrij, que irrumpe completamente solo en el área y pone el 1-1. El técnico naranja deja a los delanteros en el terreno de juego, eliminando sólo a Akè y Reijnders, la jugada da sus frutos: en el minuto 76 Dumfries, dejado muy arriba por la derecha, pone el centro para Gakpo, que choca con Muldur. El balón rebota en la bota del exjugador del Sassuolo, que mete en la portería equivocada, provocando el éxtasis en la mitad naranja del Olympiastadion. La remontada se completó en seis minutos. Montella corre a cubrirse: dentro de los delanteros Tosun y Akturkoglu, se necesita un disparo. Efectivamente, un milagro, como el que realizó Van de Ven para la defensa de Koeman, sacrificándose en el minuto 84 en un toque seguro del otro suplente Celik.

Y en otro disparo de Calha, Akturkoglu golpea el balón con la cabeza sin realizar el disparo. Por otro lado, Holanda pudo ahorrarse la agonía final al conseguir el punto de partido en los pies de Gakpo, pero Gunok salva con el pie. En el minuto 92, otro disparo en el área naranja: Kilincsoy golpea con la rodilla, Verbruggen se refugia en un córner con un reflejo. Fue la gran mano del portero del Brighton la que apagó definitivamente los sueños de gloria de Montella y su Turquía. Y enviar a Holanda a la semifinal, exactamente diez años después de aquella noche en Brasil. Ahora, en el camino de las naranjas, está Inglaterra.





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