No.Nunca es fácil reconciliarse con el pasado y especialmente con la familia de origen.
La mayor parte de la literatura, el cine y cualquier otra forma de narración conocida se inspira en nuestra relación conflictiva con quienes nos precedieron y nos trajeron al mundo.
El material siempre está vivo y nunca pasa de moda. “Todas las familias felices son iguales, cada familia infeliz es infeliz a su manera”, escribió Tolstoi en ana karenina que, además de ser el íncipit más famoso de la historia de la literatura, es también una gran verdad.
Todos conocen el esfuerzo que hicieron para afirmar su individualidad y perseguir sus sueños.el camino para despegarse de un camino ya marcado para nosotros por nuestros padres es accidentado y lleno de escollos y no siempre es posible salir ileso de él.
Heridas y contusiones formarán parte de nuestro bagaje existencial, y permanecerán para siempre como tatuajes invisibles debajo de la piel. Esto pensé mientras leía Apneala autobiografía de Lucrezia Lante della Rovere recién estrenada para Piemme.
Una larga confesión que casi parece una sesión de psicoanálisis en la que el autor se reconcilia con una importante familia y una madre que es un eufemismo llamar voluminosa.
Lucrezia es una actriz talentosa, hermosa pero sobre todo simpática porque tiene una sutil autoironía que ayuda a los lectores a identificarse con sus historias aunque estén a años luz de nuestras vivencias.
Todos, en algún momento de nuestra existencia, hemos vivido en apnea, sin aliento, tratando de permanecer invisibles y ocultos, pero lo importante es aprender cada vez a resurgir. y toma un respiro y sobre todo sé capaz de perdonar a los que te acorralaron. Aunque en este caso se llama Marina Ripa di Meana.
Y es precisamente la total sinceridad con la que revela fragilidades e inseguridades lo que hace interesante y humana su historiahaciéndoles esquivar la vertiente del morbo: un riesgo que la fama de muchos de los protagonistas en cuestión podría atraer fatalmente.
No es casualidad que la historia de amor más exitosa y duradera sea la que la unió a Arturo, un peludo sabueso italiano que, desde que entró en su vida, le ha dado el centro de gravedad permanente que tanto buscaba.
Todos los artículos de Serena Dandini.
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