«La tecnología es como un cuchillo, hay que conocer sus riesgos y entrenarse para utilizarla, paso a paso». Las sugerencias de Bárbara Franco para ayudar a un niño a obtener sólo lo mejor y evitar todo lo peor que puede derivar de los dispositivos tecnológicos. Porque si se puede


EL nuestros hijos son nativos digitales, y esto es un hecho. Pero ya sea que lo digital sea más una maldición o más un placer, monstruo para aprovechar o recurso para explotar, es una pregunta que todo padre se hace cada día. Entre los niños y la web, la cuestión es comprender cómo ayudar a un niño a obtener solo lo mejor y evitar todo lo peor que puede surgir de los dispositivos tecnológicos. ¿Es posible? Le preguntamos a Bárbara Franco, creadora de QUID+, la línea editorial educativa de Gribaudo – Grupo Feltrinelli que acaba de publicar “Laberintos digitales”, Libro de actividades que te ayuda a acercarte al uso responsable de los dispositivos tecnológicos.

El (inquietante) comercial que explica a los padres por qué no deberían publicar fotos de sus hijos

Los niños y la web: «La tecnología es como un cuchillo, hay que saber utilizarlo»

«A menudo uso una metáfora: lo digital es como un cuchillo, forma primordial de tecnología. Extremadamente peligroso si las manos que lo sostienen son inexpertas, es muy útil si sabes utilizarlo correctamente. Hay niños, incluso muy pequeños, que saben cortar muy bien: porque han realizado un curso, supervisado por adultos, para adquirir habilidades manuales y conocimientos de los riesgos. Entonces el punto es precisamente este: unverdadero conocimiento de la herramienta y formación para utilizarla correctamente».

Primer paso: conciencia

El primer punto es, por tanto, «la conciencia del estado de la digitalización de nuestro país», explica Franco. En las últimas dos décadas, el tiempo que los niños menores de 2 años pasan frente a una pantalla se ha duplicado. Uno de cada dos niños de entre 6 y 10 años tiene un teléfono móvil y el 44% de los niños de entre 5 y 13 años utilizan Internet habitualmentesegún informó una encuesta realizada por el Centro de Salud Infantil.

Los niños y la web, las directrices de la OMS

«Así que empecemos a considerar y respetar Directrices de la OMS». La Organización Mundial de la Salud dice que Los niños menores de dos años deben evitar el uso de teléfonos inteligentes y tabletas. para asegurar un correcto desarrollo físico y mental. En edad preescolar se podrá aceptar el uso de pantallas durante una hora. Pero por pantallas nos referimos a todas las pantallas, incluida la televisión.

«Pronto queda claro que el cambio de rumbo de Suecia, que ha optado por retirar las tabletas de las escuelas de los niños, simplemente va en la dirección sugerida por la OMS», continúa Franco. Si esa hora de uso «legal» ya se consume en casa, evidentemente, La escuela debe prescindir absolutamente de las pantallas.

TV versus teléfono inteligente: la interacción es adictiva

lLa pantalla interactiva de una tableta o un teléfono inteligente plantea problemas adicionales en comparación con la televisión. «Recuerdo un video, difundido por la doctora Daniela Lucangeli, Profesor de Psicología del Desarrollo enUniversidad de Padua y experto en psicología del aprendizajeen el que un un bebe de seis meses Le roban el teléfono inteligente con el que está «jugando». La reacción es comparable a una crisis de retirada.: la interacción activa las mismas áreas del cerebro estimuladas por las drogas.» La asistencia de estos dispositivos es una verdadera forma de adicción. Es decir, cuando le damos un móvil a un niño le estamos dando una “dosis”.

«Comparemos un episodio de Pimpa con 50 segundos de TikTok. Y luego preguntémonos por el aumento de niños con deficit de atención» continúa Franco.

Experimenten lo digital juntos

Entonces, ¿qué puedes hacer para evitar criar niños tóxicos? Es crucial arremangarse y acompañarlos en su viaje digital. «Claramente cansa más que lavarse las manos y prohibirlo todo o permitirlo todo. Pero creo que es la única manera de hacerlos autónomos y responsables».

1. Útil entonces definir reglas claras y compartidas sobre el tiempo de uso de los dispositivos y los momentos en los que debe prohibirse su uso. «Durante la comida, pero también antes de conciliar el sueño: las pantallas influyen directamente en el sueño.»

2. Explicar de una manera sencilla y clara a los más pequeños los porqués de estas normas y las implicaciones negativas del uso excesivo de teléfonos inteligentes y tabletas.

3. Reducir el tiempo que los padres pasan frente a la pantalla: hacerlo personalmente, particularmente en las redes sociales, para dar «el buen ejemplo.»

4. Limitar el acceso directo e incontrolado a los dispositivos. Simplemente póngalos en la sala de estar en lugar de en su dormitorio. Esto es suficiente para comprobar que el pequeño sigue las reglas compartidas, sin invadir demasiado su espacio (para hacerle sentir que confiamos en él).

5. Definir una rutina que le ayuda a autorregularse en el uso de los dispositivos. «A los niños les gusta mucho la rutina y les ayuda», asegura Franco.

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