El argentino aterrizó de madrugada en la capital: «Ya hablé con Mourinho». Objetivo volver a las canchas ya para la reanudación del campeonato ante Bolonia
Gorra de béisbol con la visera al revés, una sonrisa que dice mucho de los días pasados en Argentina celebrando la victoria mundialista -entre Buenos Aires y Laguna Larga- y un rostro que delata un poco de cansancio por el vuelo transoceánico recién enfrentado. Así se presentó Paulo Dybala a la afición de la Roma y la Selección que desafiaron el frío y la noche romana para recibir a Joya en Fiumicino. El giallorossi número 21 aterrizó sobre las 5.30 horas en el aeropuerto romano donde, además de dos pilotos del club giallorossi, le esperaban periodistas y aficionados. Muchas ganas de fichar las camisetas -amarilla y roja y argentina- pero sobre todo de aclarar las cosas. Porque Paulo ya tiene en mente a la Roma. “Ya escuché a Mourinho”, soltó antes de subirse a la camioneta que lo llevó a su domicilio en el área de Casal Palocco.
Inmediatamente en la cancha
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Dybala volverá inmediatamente al trabajo a las órdenes del Special One. La primera sesión está prevista para esta mañana a las 11. Mañana en cambio el último test amistoso -a puerta cerrada- con el Viterbese en Trigoria. La Joya seguirá un cronograma que debería permitirle estar a disposición del entrenador en cuanto se reanude el campeonato. El objetivo es verlo sobre el césped el 4 de enero en el Olímpico ante el Bologna.
29 de diciembre de 2022 (cambio 29 de diciembre de 2022 | 07:19)
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