La serie de policía oculta ‘True Detective’ tiene su mejor temporada en Alaska

Noche de invierno en el norte de Alaska, el sol no sale, la tormenta de nieve no amaina. En la inhóspita llanura de hielo, los dioses del hielo son supremos y la gente es insignificante. Un grupo de científicos desaparece de una estación ártica. Todo lo que dejan atrás es una lengua cortada.

Más tarde, los hombres son encontrados desnudos sobre un montón de nieve. Cada uno adopta su propia pose de miedo a la muerte. Para descongelarse lentamente, los cadáveres se colocan en la sala de hockey sobre hielo local, un grupo espeluznante de estatuas que recuerdan al grupo romano del Laocoonte en el Vaticano. Los hoscos detectives Danvers y Navarro (Jodie Foster y Kali Reis) lo rodean intrigados.

True Detective: País nocturno es la cuarta y mejor temporada de esta serie de policía oculta. Sí, mejor que la aclamada primera temporada, porque esta temporada también plantea mucho, pero al final lo junta todo y lo aclara. Excepto, por supuesto, el elemento sobrenatural, que permanece envuelto en una niebla helada, como debe ser.

Danvers y Navarro no sólo tienen que resolver un extraño asesinato, que descubre un controvertido caso sin resolver, sino que también se encuentran atrapados entre dos intereses en conflicto en su ciudad minera. La población indígena se resiste a los gobernantes blancos y su mina, que proporciona empleo pero destruye la salud y la naturaleza.

No es casualidad que estos grupos en conflicto coincidan con otra contradicción: mujeres versus hombres. Los hombres protegen el poder, la tecnología, el progreso, la destrucción. Las mujeres protegen la naturaleza, los antiguos valores culturales, la creación. En ello se unen la lucha contra el cambio climático, el sexismo y el racismo.

Las detectives Danvers y Navarro se convierten en este campo de fuerza: comienzan como protectoras del poder blanco y finalmente defienden la hermandad indígena. Navarro es una hija separada de Alaska que poco a poco va conociendo sus raíces. La Danvers blanca aprende de ella que hay más entre el cielo y la tierra de lo que puede imaginar en su cinismo.

En muchos sentidos, esta temporada se ajusta al modelo de las temporadas anteriores de Verdadero detective y otras series policiales: dos detectives inadaptados, contradictorios y marcados por la vida que se topan con problemas subyacentes y más importantes durante un caso de asesinato, y que también tienen que enfrentarse a demonios de su propio pasado.

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Pero la majestuosa y peligrosa Alaska marca la diferencia. Además, la nueva líder de la serie, Issa López, aporta una perspectiva femenina esta temporada, lo cual es un enriquecimiento. En parte utiliza una simple inversión que ya conocemos del Scandi noir: el detective inadaptado y de mecha corta ya existía, pero es refrescante cuando ese papel de apariencia típicamente masculina lo desempeña una mujer. López y sus fuertes protagonistas Jodie Foster y Kali Reis hacen mucho más: aportan una cálida humanidad a este entorno duro y peligroso. Los detectives bajan sus defensas y aprenden a afrontar la pérdida y el dolor de forma diferente. Esto le da a la historia espeluznante, a veces rayana en el horror, un final notablemente alegre y satisfactorio.






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