Alexandre Saraiva, que trabajó en la Amazonía de 2011 a 2021, compara la situación con la de Río de Janeiro, donde la lucha contra las bandas de narcotraficantes ya se ha cobrado decenas de miles de vidas. “He visto al Estado perder el control de la seguridad pública en Río de Janeiro”, dijo Saraiva. “Hoy en la Amazonía, si no se aborda la seguridad pública, estamos frente a un conflicto como el de Río de Janeiro, pero a una escala mucho mayor. También hay varios factores agravantes, como el entorno selvático extremadamente difícil”.
Saraiva advierte de graves consecuencias para la selva tropical y sus habitantes si las bandas criminales se convierten en poderosos ejércitos como los grupos rebeldes en la vecina Colombia. “Tendremos insurgentes criminales cuya ideología es el dinero”, dijo.
La advertencia del exjefe de policía llega un año después del asesinato del periodista británico, Dom Philips, y su guía brasileño, Bruno Pereira. Sus muertes expusieron la devastación generalizada de la región y el surgimiento de grupos del crimen organizado en la región amazónica.