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Las autoridades estadounidenses han demandado al fundador de una aplicación de redes sociales respaldada por SoftBank dirigida a los usuarios de la Generación Z por supuestamente engañar a los inversores y gastar millones de dólares en su boda, vuelos y hoteles de lujo.
La Comisión de Bolsa y Valores alegó en una demanda el miércoles que Abraham Shafi, de 37 años, quien fundó una plataforma llamada IRL en 2018, convenció fraudulentamente a los patrocinadores para que invirtieran 170 millones de dólares en la aplicación sin revelar que había “aumentado su popularidad percibida” al gastar casi 6 millones de dólares en anuncios que incentivaban las descargas.
IRL, que en su apogeo estaba valorada en más de 1.000 millones de dólares, fue cerrada en 2023 por SoftBank y otros inversores importantes que dijeron haber encontrado evidencia de que casi todos sus supuestos 20 millones de usuarios eran falsos.
Posteriormente, SoftBank demandó a Shafi, alegando que IRL era un fraude “sofisticado y de muchos años de duración” que la empresa había respaldado mediante engaños. Exigió la devolución de sus 150 millones de dólares, así como daños punitivos.
En una demanda competidora, Shafi alegó que SoftBank lo convirtió en un “chivo expiatorio”, ya que se basó en datos no concluyentes para concluir que la aplicación estaba plagada de bots y cerrar el negocio para recuperar el efectivo restante y evitar más vergüenza después del estallido de alto perfil de otra inversión en WeWork.
Un abogado de Shafi no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
En su presentación del miércoles, la SEC dijo que antes de su última ronda de recaudación de fondos, Shafi se había jactado de que IRL tenía 12 millones de usuarios y un alto rango en la App Store de Apple, “basado en la popularidad viral y el crecimiento orgánico”.
La agencia alegó que esta descripción “omitió engañosamente el papel significativo que la publicidad desempeñó en la estrategia de crecimiento de Shafi para IRL”. En declaraciones a los inversores, “subestimó significativamente” la cantidad de dinero gastado en marketing, añadió la demanda.
La demanda cita un intercambio de mensajes de texto de 2012 entre Shafi y uno de los inversores de capital de riesgo de IRL, en el que la persona comentó que a otro posible inversor le “encantaría” que IRL “no gastara prácticamente nada en marketing”. En respuesta, Shafi supuestamente escribió: “¡Esos somos nosotros! Muy sociales”.
La SEC dijo que los inversores tampoco sabían que Shafi y su esposa habían gastado millones de dólares en gastos personales con las tarjetas de crédito de IRL, comprando muebles, ropa, estancias en hoteles de Hawaii y artículos más pequeños como comestibles.