La saxofonista tenor Melissa Aldana silencia el Amsterdam Bimhuis


Melissa AldanaImagen Eduardo Pavez Goye

El jazz en vivo se ha festivalizado considerablemente en los últimos años, siguiendo los pasos de la música pop. Pero no todo el jazz se destaca en los festivales. Por ejemplo, la chilena Melissa Aldana (35), que trabaja desde Nueva York desde hace años, tocó el año pasado en el Transition Festival de Utrecht, pero la música del saxofonista tenor, incluido el guitarrista Lage Lund en su cuarteto, tuvo dificultades para conseguir en.

Quizás eso se deba a sus composiciones tranquilas y poco dinámicas en un momento en el que se necesita un poco más de ruido. La música de Aldana también requiere de la necesaria concentración por parte del oyente. Su álbum más reciente 12 estrellas (2022) no tiene melodías suaves ni solos monótonos pegadizos. Hay que sentarse frente a él, con la cabeza vacía y no distraerse con otra música. Exactamente las condiciones que el Bimhuis ofrece a los amantes del jazz el domingo para la actuación del Melissa Aldana Quartet. La sala permanece en silencio durante todo el concierto.

Aldana refuerza ese silencio con su cuarteto con las primeras notas de Descendente apagado. Inmediatamente queda claro lo importante que es el papel del guitarrista noruego Lage Lund en esta empresa. Con sus acordes siempre marca el tono de Aldana, quien crea un sonido maravilloso con su saxo tenor. Toca principalmente en los registros medios y agudos. Un sonido completo y sin mucho vibrato que comienza a cantar como un pájaro a medida que se eleva, caracteriza su forma de tocar. También es lindo cómo mueve su cuerpo según la altura de su tono. Cuanto más alto juega, más se alarga. A menudo se pone de puntillas como si quisiera despegar del suelo, sólo para aterrizar silenciosamente de nuevo con notas más bajas.

Sobre el Autor

Gijsbert Kamer es periodista musical desde 1992. el prescribe de Volkskrant reseñas, entrevistas y reflexiones sobre el pop y el jazz.

Y luego Lund puede intervenir para brindar algún apoyo melódico a los contornos a menudo abstractos de la música. ¿O es el baterista Kush Abadey quien toca la batería y los platillos con tanta libertad y suavidad con sus baquetas y cepillos que uno se pregunta cómo puede mantener el tiempo adecuado?

Su interpretación amplia es necesaria, al igual que la del guitarrista Lund. Aldana tiende a volverse demasiado cerebral en sus composiciones.

Simplemente una linda melodía, eso tampoco lo hace en Bimhuis. El ritmo suele ser lento y es bueno que los miembros de su banda aporten algo de revuelo.

Las pocas piezas nuevas del domingo, de su nuevo álbum, que según ella se lanzará en unos meses, parecen un poco menos contemplativas que las de 12 estrellas. A propósito, que se presenta con la forma de tocar la guitarra de ensueño de Lund, tiene una línea melódica clara que, con suerte, es representativa de su nuevo trabajo. Porque por muy bonito que toque Aldana el domingo, es su banda la que le da a la música una base colorida en la que sus notas realmente pueden florecer.

Cuarteto Melissa Aldana

Jazz

★★★☆☆

14/1 Bimhuis, Ámsterdam



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