La Sampdoria se lleva un derbi crucial: Sabiri y Criscito condenan al Génova

Un gol del centrocampista ofensivo, bien servido por Augello, decide el partido. El capitán del Génova se lleva muy mal el penalti en el minuto 96

La Sampdoria en el paraíso, el Genoa cada vez más cerca del abismo de la Serie B, con el drama final de Criscito entre lágrimas, que en el minuto 51 de la segunda parte tenía el penalti rechazado a favor de los rossoblù por un gran Audero, haciendo el Grifone ( que paga un ataque inexistente) en pleno drama a falta de tres días y con un horario casi imposible. Un gol de Sabiri en la primera parte decide el derbi de la Lanterna, que también da a la Sampdoria el derbi de vuelta y saca -probablemente de forma definitiva- a Caputo y sus compañeros de la zona roja de la clasificación, con el Cagliari cinco puntos por debajo y la Salernitana en menos ocho, aunque con dos partidos menos.

OPCIONES LÓGICAS

Giampaolo prefiere no arriesgar y repite las opciones del Verona: frente a los cuatro jugadores defensivos (con Augello preferido a Murru), arregla al recuperado Ekdal, preferido a Vieira pese a un estado físico no óptimo, con Caputo como único delantero. La Sampdoria tapó, como es lógico, con un 4-1-4-1: los cinco puntos de ventaja sobre el Génova en la clasificación le permiten a la Sampdoria poder jugar incluso al empate. No puede hacer el mismo razonamiento Blessin, que no se desvía de su 4-2-3-1, confirmando a Frendrup y Vásquez en defensa (con Bani y Ostigard en el centro), y Galdames como centrocampista ofensivo. En ataque, confía en Destro, en un departamento ofensivo que este año fue el principal problema (sin resolver) del Grifone. Arranque de mucha intensidad en los dos frentes, Maresca debe intervenir inmediatamente al minuto por un contacto de Bani-Sensi en el área rojiazul en un centro de Candreva: la Sampdoria pide penalti, el partido continúa. Sampdoria con más calidad, Génova con más vigor, pero menos lucidez. Sampdoria comprende de inmediato que en el carril derecho Candreva puede crear presión para Vásquez y no es casualidad que las mejores oportunidades para Sampdoria comiencen desde allí en los primeros veinte minutos, aunque demasiado imprecisos. Los ataques son ineficaces, Ekdal es útil en la fase de reinicio, pero está demasiado bajo para contribuir al desarrollo del juego sampdoriano. Génova, por el contrario, se pasa de la raya en los balones altos, en los que Destro pierde eficacia. Sturaro y Badelj rompen el juego de Dorian. En el minuto 20 (tras una descarga muy peligrosa de Colley sobre Audero, que se adelanta por una patilla a Destro), llega el primer gol del partido con Amiri, que tras un error de Candreva, en una asistencia de Bani, comete a Audero desde lejos en un rebote complicado. Así desemboca el gol de Sabiri (26′) que se precipita en el área del Génova y recoge un centro de Augello anticipándose a la defensa. Génova protesta por una supuesta falta de Galdames sobre el trocar al inicio de la acción, pero el contacto es regular. Ekuban (35′) cabecea al costado, pero el juego sigue, pero Génova no está bien organizado, reemplaza a Sturaro por Portanova, pero le cuesta reorganizarse. Sabiri casi se duplicó justo al final de la media carrera, remedió Sirigu.

DISPARO EMOCIONANTE

Pasado el medio juego, los rossoblùs volvieron a cambiar al meter a Criscito por Vásquez, tratando así de aprovechar la mayor actitud de ataque del lateral. Pero eso no es suficiente. El Génova tiene agresividad, les gustaría intentar sortear al centrocampista de la Sampdoria, pero persisten los problemas de un ataque sordo y nunca peligroso. Sabiri ofrece balones interesantes, tiene mucha calidad, Candreva sube de ritmo, pero el juego sigue bloqueado con la ventaja de la Sampdoria en la primera mitad. Gudmundsson se hace cargo de Ekuban, Melegoni toma el lugar de Amiri. Giampaolo entiende que Sensi está en reserva, espacio para Vieira. Los rossoblùs han gastado mucho, en la final bajan el número de vueltas y eso complica aún más la búsqueda de la misma, a lo que la entrada de Yeboah ni siquiera contribuye en sentido positivo. Sampdoria bajo dirección, Giampaolo juega la carta de la Quagliarella y suma un atacante, para no hacer subir demasiado al rival. Hasta el toque con el brazo izquierdo de Ferrari en plena recuperación, que en un intento de cerrarse sobre Destro provoca el penalti tras un jaque con el Var. Pero Audero tiene un giro decisivo y se convierte en el héroe de una noche que quedará en la historia en Génova de los derbis. Sampdoria en el cielo, comienza la fiesta Sampdoria. Pero el número uno de la Sampdoria entiende el momento de Criscito y es de los primeros en consolarlo. Una lección de derbi, el Génova la necesitaba.



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