La residencia familiar con un padre al que nunca más se le permitirá cuidar a los niños sigue cerrada: «Los niños tienen que mudarse»

Sigue cerrando sus puertas un centro familiar en el que trabajaba una madre, aunque según el consejo disciplinario de atención a la juventud nunca más se le permitiría realizar su trabajo. Recientemente hubo un revuelo porque el padre de familia supuestamente fue culpable de negligencia y abuso, pero esto en realidad no tuvo consecuencias. El marido del progenitor de la familia atacada obtuvo los documentos necesarios para poder cuidar a los niños como de costumbre. Esos niños tienen que mudarse ahora.



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