Por un momento, el mundo podría esperar que la tregua humanitaria entre Israel y Hamas resultara en un alto el fuego que ofreciera la perspectiva de poner fin a la guerra. Por un momento, la presión estadounidense sobre la diplomacia de Israel y Qatar pareció tener algún efecto.
Durante siete días las armas guardaron silencio en la Franja de Gaza. Pero el viernes Israel reanudó los bombardeos sobre la Franja de Gaza. La batalla es desesperada porque ambos bandos no tienen una estrategia de salida. Con un ataque en Jerusalén, Hamás demostró claramente que no está interesado en una reducción de la tensión. Como muchos movimientos terroristas, alberga una creencia mística en el poder liberador de la violencia. Pero ha desatado una guerra con Israel que nunca podrá ganar, a expensas de los civiles en la Franja de Gaza.
Israel combina su miopía estratégica con un sorprendente desprecio por las vidas de los civiles palestinos. El 7 de octubre quedó claro que la cuestión palestina no podía resolverse mediante la violencia y la opresión. Sin embargo, desde entonces Israel sólo ha tenido una respuesta: más violencia y opresión.
La reanudación de la guerra significa más muertes de civiles e incluso más miseria humanitaria. Se pidió a los habitantes de Gaza que fueran al sur de la Franja de Gaza, tras lo cual Israel destruyó el norte. Ahora Israel está desplazando su ofensiva hacia el sur. ¿Deberían los civiles regresar a sus hogares destruidos para que Israel también pueda arrasar el sur de la Franja de Gaza?
Israel es militarmente superior, pero un movimiento terrorista no es un ejército que pueda ser derrotado. Hamás seguirá existiendo y los bombardeos israelíes dificultarán que el movimiento reclute nuevos combatientes dispuestos a atacar a Israel nuevamente con tiroteos y bombardeos.
Además, surge la pregunta de qué quiere hacer Israel con la Franja de Gaza cuando termine la guerra. Ya no quiere ocupar la zona. Pero cualquier forma de gobierno palestino carece de credibilidad si lo instala Israel. Además, las perspectivas económicas en la ya pobre Franja de Gaza se han deteriorado debido a los estragos de la guerra.
Incluso Estados Unidos critica ahora abiertamente el enfoque de Israel ante la guerra. Israel corre el riesgo de una “derrota estratégica”, dijo el secretario de Defensa Austin. Pero Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional deben ejercer mucha más presión sobre Israel para que cambie su desastroso rumbo.
Israel tiene derecho a defenderse de Hamás, pero no a costa de tantas muertes civiles. La excesiva violencia militar no sólo daña la reputación de Israel, sino que también socava la credibilidad de Occidente. ¿Cómo puede Occidente defender el derecho internacional si reacciona tan pasivamente ante la violación por parte de Israel de las leyes de la guerra después de décadas de tolerar la ocupación ilegal de la Franja de Gaza y Cisjordania?
La comunidad internacional debe trabajar para alcanzar un alto el fuego lo antes posible, especialmente para evitar más sufrimiento a los civiles en la Franja de Gaza.
La posición del periódico se expresa en el comentario Volkskrant. Es el resultado de una discusión entre los comentaristas y el editor jefe.