Durante el Año Nuevo, Protección Animal recibió sesenta llamadas telefónicas sobre animales necesitados o perdidos. Así lo informó este miércoles un portavoz de la organización.
La mayoría de las llamadas telefónicas eran sobre mascotas perdidas. Por ejemplo, los gatos ya no regresaban a casa o los perros salían corriendo mientras caminaban porque se asustaban con los fuegos artificiales, afirma el portavoz. La organización envió diez veces una ambulancia para animales para que tomara medidas.
Esto hizo que la sala de control estuviera especialmente ocupada. El portavoz califica el número de llamadas telefónicas como “bastante estable” en comparación con las aproximadamente ochenta llamadas del año nuevo anterior.
En dos ocasiones una ambulancia acudió en busca de un ave acuática. Uno de ellos murió al llegar, “pero no está claro si fue atropellado por un coche, por fuegos artificiales o por gripe”, según el portavoz. La otra ave acuática fue llevada a un refugio.
Además, “un gato aterrorizado” fue recogido después de una llamada telefónica y llevado a un refugio, con la esperanza de que el dueño se presente. La Ambulancia Animal también ayudó una vez en un incendio en una casa.
Otras organizaciones también vieron incidentes
La Organización de Protección Animal cuenta con treinta ambulancias para animales que operan en todos los Países Bajos. Además, existen organizaciones de animales que se encuentran, por ejemplo, en las grandes ciudades, pero que no están afiliadas a la Organización de Protección Animal. Un ejemplo de ello es la ambulancia para animales de Ámsterdam. Como el año pasado, hubo mucha actividad, pero se produjeron más incidentes que causaron una gran impresión, afirma un portavoz.
“Por ejemplo, hubo algunos perros que se escaparon debido a los fuegos artificiales y luego fueron atropellados por un coche o se ahogaron en un charco de agua”. La organización ayudó a una urraca con un párpado dañado por los fuegos artificiales y, junto con los bomberos, rescató a un perro que, asustado por los fuegos artificiales, se quedó atrapado debajo del asiento de un coche.
La ambulancia para animales de Utrecht no tuvo que partir hasta las 23:00 horas para recoger a las víctimas de los fuegos artificiales. Pasado ese tiempo, se podría llamar a otro número de emergencia. Al día siguiente se produjeron daños de Año Nuevo: los cuatro neumáticos de una de las dos ambulancias se pincharon. La organización ha presentado un informe.
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