La propietaria de un café, Lisbeth (87), está de vuelta detrás de su barra un día después de un robo violento: “Los marineros finlandeses me enseñaron a jurar, los daneses a fumar y beber”

Cuatro bandidos enmascarados le robaron su dinero y joyas y la dieron por muerta, pero al día siguiente del robo Lisbeth Waldack (87) vuelve a su café a tomar un café, un cigarrillo y charlar con sus fieles clientes. Fuimos al Viking in the Muide, un barrio obrero de la zona portuaria de Gante, para conversar con una gran señora.



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