El primer sobreviviente conocido de la presunta sustracción forzada de órganos en China dice que le cortaron parte del pulmón y del hígado.
Cheng Pei Ming dice que soportó años de prisión y tortura por practicar la religión Falun Gong contra la voluntad del Partido Comunista Chino.
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Los rumores sobre la sustracción de órganos por parte del gobierno chino han circulado durante años, y los expertos ahora dicen que Cheng es una prueba “irrefutable”.
El sobreviviente tiene radiografías que muestran que parte de sus órganos fueron removidos cuando sufrió la experiencia de horror.
En 2002, Cheng fue encarcelado durante ocho años después de defender el fin de la persecución a Falun Gong por parte del gobierno.
El único día, durante la sentencia, dijo que el horror comenzó a desarrollarse.
Cheng dijo: “Después de que me llevaron al hospital contra mi voluntad, intentaron obligarme a firmar formularios de consentimiento para una operación.
“Cuando me negué, seis guardias me agarraron, me inmovilizaron y me inyectaron algo.
“Lo siguiente que recuerdo es estar en una cama de hospital con tubos en la nariz y entrando y saliendo de la conciencia.
“Había un tubo con líquido sanguinolento saliendo de debajo del vendaje que tenía en mi costado”.
Se despertó encadenado a la cama del hospital.
Tenía tubos de oxígeno en la nariz y había aparecido un corte fresco de 35 cm en el lado izquierdo del pecho, del cual salía un tubo de drenaje.
Dos años después, todavía estaba en prisión y fue nuevamente fichado para ser sometido a una cirugía forzada.
“Cuando me llevaron nuevamente al hospital y me dijeron que tenía que hacerme otra operación, pensé que seguro me iban a matar”, dijo.
Pero esta vez Cheng dijo que logró escapar después de que un guardia olvidó atarlo a la cama y se quedó dormido.
Cheng evadió a las autoridades chinas como refugiado en Tailandia durante varios años antes de mudarse a Estados Unidos en 2020.
Ahora los expertos en trasplantes dicen que las exploraciones han confirmado que faltan partes de su hígado y pulmón izquierdos.
Los expertos lo consideran una “víctima típica” del horror de la sustracción de órganos en China, donde los practicantes de Falun Gong son descuartizados a la fuerza, pero también es inusual porque sobrevivió y huyó.
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No está claro por qué sólo le extrajeron partes de sus órganos.
Falun Gong es un régimen de meditación y una religión conservadora que parece libre de política, pero en China es un movimiento ilegal y tildado de “malvado”.
Aquellos que se mantienen firmes y no renuncian al movimiento son hechos prisioneros y previamente citados a la oficina 610 -conocida como la “Gestapo” china en un guiño a la Alemania nazi- para conocer su destino.
La oficina 610 fue establecida con el objetivo destructivo de perseguir a Falun Gong.
Aunque la temida oficina ya se ha disuelto, sigue siendo ilegal ser miembro del grupo espiritual.
Se dice que a muchos de ellos los encadenan en salas de cirugía, donde les extraen los órganos para luego venderlos.
Había un tubo con líquido sanguinolento saliendo de debajo del vendaje que tenía en mi costado.
Cheng Pei Ming
El Partido Comunista Chino (PCCh) lo niega.
La profesora Wendy Rogers, presidenta de la Coalición Internacional para Poner Fin al Abuso de Trasplantes en China, dijo: “No sé por qué los médicos chinos extirparon partes del hígado y los pulmones del Sr. Cheng, pero sí sé que no tenía ninguna enfermedad que requiriera esta cirugía.
“La porción de hígado extraída es compatible con la obtención de tejido hepático adecuado para el trasplante a un niño, pero no tengo forma de saber si ese era el propósito.
“Lo que sí sé es que el señor Cheng fue agredido quirúrgicamente como parte de un patrón más amplio de persecución, encarcelamiento y tortura, y que estos hechos le sucedieron porque es practicante de Falun Gong”.
David Matas, abogado de derechos humanos e investigador de sustracción de órganos, dijo a The Sun que espera que el hecho de que un sobreviviente hable ayude a atraer la atención que merece el enfermizo plan de China.
El Sr. Matas dijo: “La gravedad del daño, la naturaleza sistemática del daño y la naturaleza institucionalizada del daño por el Estado, realmente no ha habido publicidad sobre la atrocidad proporcional al alcance de la misma.
“Hay varias razones para ello, pero una de ellas es que nadie puede levantarse y decir que me han asesinado por mis órganos… así que es muy difícil captar la inmediatez de la victimización.
“Y este hombre Cheng lo proporciona porque puede decir ‘Esto me pasó a mí’.
“La ventaja del señor Cheng es que es fácil para ellos (el PCCh) desestimar lo que dice, desestiman todo lo que dice la gente, pero lo que es incontestable es que le han extirpado órganos, se puede ver en las radiografías.
“Lo que también es incontestable es que es practicante de Falun Gong. Por lo tanto, es una historia muy simple y visible”.
ORÍGENES DE LA RECOGIDA DE ÓRGANOS
Cuando China empezó a pasar de simplemente condenar a muerte a los opositores políticos, la extracción de sus órganos se convirtió en la nueva forma de ejecución, según el Sr. Matas.
Al mismo tiempo, el sector de la salud empezó a darse cuenta de que existía un mercado lucrativo de órganos, o como lo describió el Sr. Matas: “una demanda inagotable”.
Agregó: “Lo que China podía ofrecer y ningún otro país podía eran órganos a pedido, porque simplemente tenían este suministro de prisioneros que estaban esperando ser ejecutados”.
Sin embargo, los prisioneros no tenían los órganos más sanos para vender.
Entra Falun Gong, un enemigo del PCCh cuyos miembros probablemente tenían cuerpos más saludables debido a sus constantes ejercicios de tipo yoga.
Los miembros de Falun Gong fueron detenidos al azar y luego “demonizados” para crear un sentido de legitimidad sobre el motivo por el que estaban encerrados, dijo Matas.
Añadió: “Falun Gong es un régimen de ejercicios, por lo que sus órganos estaban mucho más sanos que los de los presos condenados a muerte, por lo que se convirtieron en la principal fuente de órganos”.
“Y eso fue a principios de la década de 2000… así es básicamente como empezó todo”.
UN MERCADO GLOBAL
El señor Matas afirma que ahora el mercado de órganos procedentes de China es más “clandestino”.
Pero él y el ex ministro del gabinete canadiense David Kilgour descubrieron que era una actitud descarada a mediados de la década de 2000, cuando investigaron el terror trasplantado para un libro.
La investigación encontró que los sitios web de los hospitales enumeraban los precios de los órganos y parecían tener un suministro fluido.
Matas explica: “Ofrecen un servicio global completo y bajo demanda: ‘Díganos cuándo quiere venir, sea cual sea el órgano, incluso el órgano vital, lo puede tener’”.
El activista internacional de derechos humanos dijo que los sitios web con venta de órganos estaban en coreano, japonés, chino tradicional (“lo que atendería a Taiwán”), árabe e inglés.
Sugiere que se vendieron muchos órganos para ser colocados en cuerpos de todo el mundo.
LLAMA A LOS GOBIERNOS OCCIDENTALES A QUE ACTÚEN
La Ley de Protección de Falun Gong fue presentada en el Senado de Estados Unidos la semana pasada después de recibir apoyo bipartidista en la Cámara de Representantes.
La nueva ley tendría como objetivo imponer sanciones a cualquiera que esté involucrado en la sustracción involuntaria de órganos, con énfasis en aquellas dirigidas contra miembros de Falun Gong.
El Dr. Eric Patterson, presidente de la Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo, dijo que había una “necesidad urgente” de hacer más.
El Dr. Patterson dijo: “Nos solidarizamos con todas las víctimas y pedimos que se tomen medidas enérgicas para prevenir tales atrocidades, incluido el apoyo a medidas como la recientemente introducida Ley de Protección de Falun Gong.
“Es imperativo que trabajemos juntos para poner fin a estas violaciones de derechos humanos y hacer que los perpetradores rindan cuentas”.
La presidenta de la Fundación Lantos para los Derechos Humanos y la Justicia, Dra. Katrina Lantos Swett, agregó: “Esta escandalosa violación de los derechos fundamentales continúa, a pesar de las afirmaciones contrarias del gobierno chino.
“Debemos hacer más para crear conciencia sobre este problema y pedir a los gobiernos que implementen leyes y políticas diseñadas para detenerlo”.
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