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La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, eligió el lunes al académico Víctor Rodríguez para dirigir Petróleos Mexicanos, la petrolera estatal del país fuertemente endeudada que cada vez pesa más sobre las finanzas públicas.
Rodríguez, un especialista en economía energética cercano al futuro presidente, asumirá uno de los roles más desafiantes en la nueva administración, dirigiendo la empresa con una deuda de aproximadamente 100 mil millones de dólares.
La producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha estado cayendo durante dos décadas y recientemente alcanzó un mínimo histórico de alrededor de 1,47 millones de barriles de crudo por día. En el segundo trimestre registró una pérdida de alrededor de 13.000 millones de dólares. La agencia de calificación Fitch advirtió que un mayor apoyo fiscal al grupo podría ser un riesgo para la calificación crediticia soberana.
Sheinbaum, que asumirá el cargo en octubre, tiene un doctorado en ingeniería energética y escribió sobre cambio climático como académica. Su mentor político y actual presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, promovió los combustibles fósiles y prácticamente eliminó la inversión privada en generación de energía renovable.
Con sus nombramientos en el gabinete y en sus declaraciones desde su aplastante victoria en junio, Sheinbaum ha dado señales de continuidad con López Obrador. Los inversores no tienen claro cómo conciliará esa promesa con la transición a las energías renovables y la atracción de más inversiones.
“Hay una visión que se ha planteado… de que todo está mal en Pemex”, dijo Sheinbaum el lunes. “Aquí hemos empezado a rescatarlo y vamos a seguir con eso”. La funcionaria ha promovido a otra colaboradora cercana, Luz Elena González, para que dirija la Secretaría de Energía.
Los expertos en energía difieren en sus opiniones sobre lo que significará el nombramiento de Rodríguez en medio de preocupaciones más amplias de que un paquete de cambios constitucionales respaldado por Sheinbaum ahuyentará la inversión. Los planes incluyen eliminar los reguladores independientes de energía y que sus funciones sean absorbidas por el gobierno.
Algunos observadores citaron la falta de experiencia operativa de Rodríguez y sus opiniones nacionalistas como señales negativas, dado el cambio drástico que necesita la empresa de 125.000 empleados.
Otros subrayaron que la decisión de nombrar a expertos en la materia como líderes de Pemex y de la empresa eléctrica estatal CFE era un paso adelante, y que las necesidades energéticas del país eran tan urgentes que Sheinbaum se vería obligada a ser pragmática.
“En estas circunstancias, contar con alguien cercano al presidente es algo muy positivo”, dijo John Padilla, socio de la consultora energética IPD, con sede en América Latina. “Ha estudiado muchísimo el sector energético, al menos se puede tener una conversación… es una mejora espectacular”.
El lunes, Rodríguez elogió la estrategia del gobierno para aumentar su capacidad de refinación y los esfuerzos por “rescatar” a la empresa de los altos niveles de deuda que le dejaron las administraciones anteriores. También señaló que trabajará en estrecha colaboración con el Ministerio de Hacienda, una relación históricamente tensa, al tiempo que colaborará con el sector privado.
“Vamos a coordinar inversiones con el sector privado, vamos a hacer proyectos con ellos”, dijo.
Pablo Medina, director de nuevos emprendimientos de la consultora energética Wellingence, dijo que una señal importante sería si el nuevo líder de Pemex reinicia inversiones conjuntas con empresas petroleras privadas, posiblemente a través de acuerdos de colaboración.
“Si no se materializa un cambio, Pemex probablemente enfrentará su momento más difícil. sexenio (período presidencial) con una situación financiera desesperada”, dijo.