Hace aproximadamente un año, Ardern renunció como primera ministra porque dijo que “ya no tenía suficiente combustible en el tanque” para cumplir con sus deberes como primera ministra. En su discurso de despedida dijo: “A Clarke, por fin casémonos”. Los dos son pareja desde hace mucho tiempo y tienen una hija juntos.
Como primera ministra, Ardern se convirtió en un ícono entre los políticos de izquierda y un modelo de liderazgo femenino. Entre otras cosas, llevó a su bebé a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Tras su dimisión, realizó una investigación en la Universidad de Harvard sobre liderazgo y extremismo online.