La policía alemana ha comenzado a despejar barricadas alrededor del pueblo de Lützerath. Los activistas del clima han estado ocupando la ‘aldea del lignito’ durante dos años porque creen que la minería del lignito contribuye al calentamiento global. El juez ha dictaminado que deben marcharse, pero los activistas quieren «resistir al máximo».
El pueblo cerca de la frontera con Limburg es el telón de fondo de un asunto debilitante entre la empresa de energía RWE y los activistas climáticos. La empresa quiere demoler el pueblo para extraer lignito. Los activistas están enojados, dadas las consecuencias de quemar lignito para el calentamiento global.
Más de trescientos pueblos en Alemania han desaparecido por la extracción de lignito en los últimos treinta años. Con la ocupación de Lützerath, los activistas quieren cambiar el rumbo. Pero una enorme máquina de lignito RWE ya está excavando cerca de las afueras del pueblo.
Los activistas se han sentado en altos postes para frenar la retirada de las barricadas. La policía usa una grúa para sacarlos de las altas construcciones de madera.
En respuesta, los activistas formaron bloqueos humanos, pero los agentes se llevaron a los ocupantes uno por uno. Según la policía, varios cientos de ocupantes están tratando de rodear y hacer retroceder a la policía para evitarlo.
La policía, atenta a la resistencia violenta al desalojo
La eliminación de las barricadas anticipa la evacuación del pueblo ocupado. La policía dijo el martes por la mañana que el desalojo aún no ha comenzado. Solo se trata de quitar las barricadas, según la policía.
La policía espera una reunión para los residentes de Erkelenz, que incluye Lützerath. La policía y el gobierno los actualizan el martes por la noche sobre lo que sucederá en el pueblo y por qué esto sería necesario. Cuando eso ha sucedido, el desalojo puede comenzar el miércoles o los días siguientes.
El cuerpo toma en cuenta que los activistas resisten violentamente el desalojo. Durante una gran manifestación el domingo, ya se arrojaron piedras a los policías. Entonces hubo miles de simpatizantes. Probablemente todavía hay unos 250 activistas en el pueblo, dice la policía.