El miércoles por la noche, el fiscal aún detuvo la búsqueda, pero esta mañana llegaron unos cincuenta gendarmes a Le Haut Vernet, donde Émile (2) desapareció el sábado.
No está claro si esta última búsqueda tiene algo que ver con las 1.200 pistas que la policía todavía investigaría. Peinar el lugar podría llevar hasta 16 horas, según sabe el canal de noticias francés BFMTV.
Han pasado casi cinco días desde que Émile desapareció el sábado por la tarde en la aldea de Haut-Vernet en el departamento francés de Alpes-de-Haute-Provence, 130 kilómetros al norte de Marsella. El niño estaba visitando a sus abuelos, los aldeanos lo vieron caminar justo antes de su desaparición. Desde entonces no ha habido rastro de él. La investigación “no ha revelado ningún elemento nuevo en esta etapa”, dijo anteriormente el fiscal de Digne-les-Bains.
Los 25 residentes de la aldea y decenas de personas más han sido interrogados. Se registraron al menos treinta edificios en el área, al igual que doce automóviles.
Fiesta familiar
El miércoles se supo que Émile no habría estado solo con sus abuelos el día que fue visto por última vez, como inicialmente se pensó. La policía estaba al tanto de esto, pero optó por no comunicarlo antes.
Según BFMTV, se estaba llevando a cabo una celebración familiar con la asistencia de una docena de personas, incluidos los tíos y tías del niño pequeño y varios menores. Diez personas pasaron el fin de semana en casa de los abuelos.
