El juicio tuvo lugar el jueves en La Rochelle, donde la policía ya detuvo al belga de 37 años para un control en diciembre de 2019, según informa el diario ‘Sud Ouest’. Corrió por la carretera a España en un Audi A7. Durante un control, un perro antidrogas, perfectamente acomodado detrás del asiento del pasajero, encontró 105.000 euros en efectivo.
Sin embargo, Randy, de 37 años, tenía lista una buena explicación. “Fui a comprar un Ferrari para un amigo”, dijo. Ese amigo resultó ser un tal Bastiaan (40), el dueño del dinero y “coleccionista de viejos tiempos”. Randy (37) afirmó que anteriormente había hecho un viaje de este tipo a Italia con 180.000 euros, pero que la venta se había quedado en nada. Parte de ese dinero ahora podría reutilizarse para el Ferrari.
Las investigaciones revelaron que los dos estaban metidos hasta las orejas en el ambiente criminal y que el dinero pudo haber venido del narcotráfico y por lo tanto tuvo que ser lavado. Los dos no pudieron asistir a su juicio, ya que se encuentran en prisión en nuestro país. Recibieron una pena condicional de seis meses de prisión, una multa de 50.000 euros y se les embargó 105.000 euros en efectivo.