La violencia se ha intensificado en Irán tras las protestas a raíz de la muerte de Mahsa Amini. Según organizaciones de derechos humanos, al menos cinco manifestantes fueron asesinados por las fuerzas de seguridad en el noroeste de Irán el jueves. Tanto en la ciudad de Bukan como en Sanandaj, las fuerzas de seguridad dispararon contra los manifestantes con munición real.
En la ciudad central de Isfahan, personas desconocidas presuntamente mataron a tres miembros de la milicia Basij, dijeron medios estatales iraníes. Según testigos presenciales, la mayoría de las protestas en esa ciudad fueron pacíficas.
En la ciudad suroccidental de Iseh, personas desconocidas dispararon rifles de asalto contra la multitud. La agencia estatal de noticias Irna informó sobre un “ataque terrorista”. Los testigos presenciales ciertamente negaron la información de los medios estatales.
Según los residentes, los servicios de seguridad también abrieron fuego en Iseh el miércoles. Al menos diez personas murieron, incluido un niño de 13 años.
La protesta también se intensificó el martes cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra un andén lleno de gente en una estación de metro de la capital, Teherán. También surgieron imágenes en las redes sociales de mujeres golpeadas con bastones por la policía mientras los pasajeros corrían hacia las salidas y eran pisoteados hasta la muerte.
Según activistas de derechos humanos, 360 personas ya han muerto en las protestas. Entre ellos hay 56 menores y 46 miembros de las fuerzas del orden, según la organización Human Rights Activists News Agency (HRANA) de EE.UU. Según informes, unas 16.000 personas fueron detenidas.
Las protestas estallaron después de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, el 16 de septiembre, luego de un arresto por parte de la brigada antivicio por presunta violación del código de vestimenta. Desde entonces, la gente ha salido a las calles de todo el país para protestar contra la brutalidad policial y por los derechos de las mujeres. La policía está reprimiendo a los manifestantes, quienes también piden la renuncia del régimen autoritario.