La policía de Uganda arresta a 20 rebeldes afiliados al Estado Islámico por participar en el ataque a una escuela

La policía de Uganda arrestó a 20 personas el lunes por su posible papel en el sangriento ataque a una escuela secundaria la semana pasada. Así lo anunciaron las autoridades durante una conferencia de prensa, informan agencias internacionales de noticias. Se trata de rebeldes de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), un grupo estrechamente relacionado con el EI.

El ataque del viernes por la noche en la escuela secundaria Lhubiriha en Mpondwe, en el oeste de Uganda, cerca de la frontera con la República Democrática del Congo, mató a 42 personas, incluidos muchos niños en edad escolar. Las víctimas, la menor de 12 años, fueron atacadas con machetes, disparadas o quemadas vivas, según un nuevo informe difundido por la policía local el lunes. Entre otras cosas, el director de la escuela fue arrestado por su posible participación en el ataque a la escuela.

Varios estudiantes fueron secuestrados. Debido a que diecisiete escolares resultaron quemados hasta quedar irreconocibles después de que los perpetradores incendiaran un dormitorio, las autoridades de Uganda se enfrentan a una tarea difícil. Debido a que es difícil identificar a las víctimas, es difícil averiguar exactamente qué niños fueron secuestrados. Hasta el lunes, las familias esperan los resultados de las pruebas de ADN que deberían aclarar esto.

Maldita reputación

Casi inmediatamente después de los hechos del viernes, el ejército ugandés culpó a las ADF. Los rebeldes, por lo tanto, tienen una reputación sangrienta. Se dice que el grupo ha matado a miles de civiles desde la década de 1990, operando desde el vecino Congo, cuya frontera está a menos de dos kilómetros de la escuela. ADF ha estado recibiendo apoyo financiero de IS desde 2019, escribe la agencia de noticias francesa AFP basándose en un informe de la ONU. Desde entonces, IS se ha adjudicado una gran parte de los ataques de ADF y colectivamente lo presenta como su rama centroafricana.

El ataque del viernes es el más mortífero en Uganda desde un doble ataque con bomba en la capital Kampala en 2010 que mató a 76 personas. El presidente de Uganda, Yoweri Museveni, describió la masacre como un acto «desesperado y cobarde» el domingo y prometió castigar a los perpetradores.



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