Según la policía, fueron detenidos 13.700 presuntos traficantes de drogas y 1.100 consumidores. Ahora tendrán que seguir un programa de rehabilitación de drogadictos en centros del ejército de Sri Lanka.
En la operación antidrogas también se incautaron 440 kilogramos de droga, de los cuales 272 kilogramos de cannabis, 35 kilogramos de hachís y nueve kilogramos de heroína.
Sin embargo, los activistas de derechos humanos en Sri Lanka critican fuertemente la acción policial. Según el abogado Hejaaz Hizbullah, los registros y detenciones se llevaron a cabo sin orden judicial. Pide a todos los implicados que registren los datos de identidad de los agentes policiales, de cara a posteriores actuaciones judiciales.
Otro activista, Ambika Satkunanathan, dice que ninguna investigación precedió a la acción policial y que “sólo se atacaron las regiones empobrecidas”. Según ella, los grandes narcotraficantes se habrían quedado tranquilos.
La policía quiere reanudar su operación antidrogas el 27 de diciembre. Durante las vacaciones de Navidad, las fuerzas del orden dicen que deben concentrarse en garantizar la seguridad pública.