La pirámide de Cambridge y la transformación del fútbol

Del balón largo y el pedaleo a la idea del central, la evolución que dio origen al fútbol moderno

Al principio reinó el caos. El fútbol era balón largo y pedal o «kick and rush», para usar el término inglés ya que en el reinado de Su Majestad nació este juego. Básicamente, quien tomaba posesión del balón sólo se preocupaba de patearlo hacia adelante, en la medida de lo posible. Sus compañeros se habrían encargado de levantarlo y luego lanzarlo nuevamente, hasta llegar a las inmediaciones del área rival. Un método bastante tosco, nos atreveríamos a decir primitivo. Por otro lado, al ser una derivación del rugby, era natural que esta fuera su primera parte de desarrollo. El fútbol era un deporte de nicho en la segunda mitad del siglo XIX en Inglaterra. Se practicaba sobre todo en las universidades y lo hacían aquellos estudiantes que, cansados ​​de los juegos habituales, querían abandonarse en brazos de la novedad, aunque las reglas y la forma de instalarse en el campo aún no estaban claras. Así, el caos, más o menos organizado, se consideró el estilo más adecuado para familiarizarse con este entretenimiento. Siguiendo los cánones contemporáneos, se puede dibujar un equipo de ese período según el módulo 2-8. Estaba el portero y luego dos defensores que se encargaban de repeler los ataques de los oponentes, mientras que a todos los demás se les encomendaba la tarea de correr tras el balón lanzado por estos dos compañeros con la esperanza de acercarse al portero rival.



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