Para aquellos de ustedes que leyeron la receta anterior y ahora están pensando, “esta NO es la versión con la que crecí”, no teman. Como se mencionó, las recetas de pastina tienden a diferir mucho de persona a persona, así que aquí hay algunas variaciones igualmente sabrosas que vale la pena probar, si lo desea:
• Pastina caldosa sin huevo — Use el doble de la cantidad de caldo requerida en la receta anterior, omita el huevo y la mantequilla, y espere para agregar el parm y la pimienta negra hasta que haya servido la sopa en tazones para servir. ¡Esta versión es especialmente genial para niños pequeños, para tu información!
• Pastina con Verduras — Saltee un poco de cebolla, apio y zanahoria finamente picados en mantequilla o aceite de oliva hasta que se ablanden antes de agregar el caldo y llevar todo a ebullición.
• Pastina de Pollo — Comience con el método para cualquiera de las variaciones anteriores (¡depende de usted!), agregando pollo precocido desmenuzado o en cubos al caldo hirviendo al mismo tiempo que agrega la pastina cruda.