EL bañarse frecuentemente en mar y en la piscina puede facilitar la otitis externaes decir, la inflamación que afecta al conducto auditivo externo, causada por bacterias (como Pseudomonas aeruginosa o Staphylococcus aureus) u hongos.
«El agua de mar salada o el agua de piscina clorada puede estancarse en los oídos irritando y alterando la barrera hidrolipídica de la piel del conducto auditivoque debilitado expone el canal al ataque de los gérmenes presentes en el agua en la que se nadaba», explica Giovanni Danesi, presidente de la sociedad italiana de otorrinolaringología. «La infección puede verse favorecida por una dermatitis seborreica subyacente, así como por microlesiones provocadas por el uso de hisopos».
Cómo prevenir la otitis
¿Cómo se previene la otitis externa? «Aclarar las orejas inmediatamente con agua fresca y secarlas bien con la toalla y el aire del secador de pelo. De hecho, la humedad del verano dificulta la evaporación del agua que queda en el canal.
Es importante recordar que se debe limpiar el oído hasta donde alcance el dedo, evitando el uso de bastoncillos de algodón. El cerumen cumple una función protectora y antibacteriana muy importante y la piel del canal auditivo es muy delicada», advierte Danesi.
Cuando tienes síntomas – picor, secreción espesa que sale del conducto auditivo, dolor espontáneo o al tocar la parte, audición sorda – «necesita contactar a su otorrinolaringólogo para la prescripción de antibioticoterapia y para someterse a cualquier lavado de oído específico», concluye el médico.
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