El conservador Partido Popular de España infligió una contundente derrota a los gobernantes socialistas en una votación regional fundamental el domingo, mientras se fijaba en ganar las elecciones generales del próximo año.
El PP, el principal partido de la oposición en España, superó las previsiones de las encuestas al obtener la mayoría absoluta en la región sur de Andalucía, logrando así su ambición de poder gobernar solo, sin el apoyo del partido de extrema derecha Vox.
Con más del 99 por ciento de los votos escrutados, el PP había ganado 58 escaños, muy por encima de los 55 escaños necesarios para asegurar la mayoría absoluta en la asamblea regional de 109 miembros. Los socialistas del presidente Pedro Sánchez obtuvieron 30 escaños, su peor resultado en Andalucía. Vox fue el tercer partido más numeroso, con 14 escaños.
La victoria del PP en Andalucía, la región más poblada de España y antiguo bastión socialista, marca un avance decisivo para el partido de cara a las elecciones municipales y autonómicas que culminarán en unas elecciones generales previstas para finales del próximo año.
“Toda España está mirando a Andalucía esta noche”, dijo Cuca Gamarra, secretaria general del PP. “Nuestro país necesita un gobierno que crea en la estabilidad”.
Alberto Núñez Feijóo, que asumió como líder nacional del PP en abril, ha buscado desmarcar su partido del antiinmigración Vox y consolidarse como un líder opositor moderado dispuesto a sustituir a Sánchez como presidente del Gobierno.
Antonio Barroso, subdirector de investigación de Teneo, dijo: “El PP parece estar ganando cada vez más impulso, y las preocupaciones de los votantes sobre la inflación podrían hacer que sea más difícil para Sánchez vender los logros de su gobierno en las próximas elecciones legislativas”.
La inflación en España alcanzó el 8,7 por ciento en mayo y el aumento de los precios del combustible ha provocado protestas mientras el gobierno de coalición liderado por los socialistas de Sánchez lidia con el impacto económico de la guerra en Ucrania.
El PP hizo campaña por una administración regional con “manos libres”, es decir, no dependiente de Vox. Pero Macarena Olona, la principal candidata de Vox, insistió en que su partido exigiría altos cargos a cambio de apoyo si el PP no lograba la mayoría absoluta.
En febrero, Vox obtuvo el 18 por ciento de los votos en las elecciones de Castilla y León, en el noroeste de España, y entró por primera vez en un gobierno regional al convertirse en socio menor de una coalición con el PP.
Los socialistas ocuparon el cargo en Andalucía durante 36 años hasta que fueron derrotados por una coalición de centro-derecha en las elecciones anteriores de 2018. Vox, formado por disidentes del PP en 2013, no logró obtener un escaño cuando se presentó por primera vez en la región en 2015.
El partido de centroderecha Ciudadanos, que obtuvo 21 escaños en 2018, confirmó su continuo colapso como fuerza política importante al no obtener un escaño en la asamblea regional.