La ciudad italiana de Bolonia necesitará al menos diez años y 20 millones de euros para salvar una famosa torre medieval en el centro de la ciudad. La Garisenda está decayendo y, por tanto, cada vez más torcida.
Actualmente se ha acordonado una zona alrededor de la estructura del siglo XII por temor a que la torre se derrumbe.
El alcalde Matteo Lepore había decidido previamente que no se permitiría más tráfico cerca de la torre de 48 metros de altura. Además, ya no es posible subir a la estructura. La Garisenda ahora también está permanentemente vigilada con cámaras.
Estas distintas medidas suponen un importe de 4,3 euros. Según Lepore, se necesita casi cinco veces esa cantidad para evitar que la torre se derrumbe.
El alcalde ve similitudes en la restauración de La Garisenda con las obras de la Torre de Pisa. El rescate y restauración de aquella torre llevó casi doce años. «No tenemos motivos para creer que el trabajo en Bolonia pueda realizarse mucho más rápido», afirma Lepore.
La torre no estaba precisamente torcida. Pero entre los siglos XII y XIV el terreno cedió ligeramente. La Garisenda también era originalmente más alta: unos 60 metros.
Beroemde toren van Bologna gaat steeds schever staan en dreigt in te storten