La operación de limpieza de una parte de la reserva natural de Brabantse Wal, donde en marzo de 2021 se encontró un enorme pozo de drogas, podría durar otros dos años. La semana pasada comenzó la rehabilitación de la zona cercana a Halsteren, después de dos años y medio. En el programa Spraakmakers de Radio 1, el guardabosques Erik de Jonge explicó el lunes por la mañana que la operación es cada vez más grande.
Según él, después de cada investigación del suelo, el área contaminada alrededor del pozo volvió a ser mayor. “Hay que talar cada vez más árboles y excavar una enorme zona alrededor del pozo de drogas, hasta ocho metros de profundidad”, explica De Jonge. Un trabajo que empezó hace una semana y media. Califica el daño a la naturaleza como “colosal”. Según él, el bosque que ahora ha sido talado tardó cien años en crecer y ahora pasarán otros cien años antes de que vuelva a haber un bosque decente.
Según el guardabosque, la razón por la que la limpieza de la zona llevará tanto tiempo tiene todo que ver con la remediación de las aguas subterráneas, porque los residuos también han ido a parar allí.
Lodo gris con cuello de espuma blanca.
De Jonge encontró él mismo el pozo de drogas, el mayor vertedero de drogas jamás visto en los Países Bajos. Esto fue poco después de que la policía encontrara un laboratorio de drogas en la zona. Inmediatamente reconoció el lodo gris con el collar de espuma blanca que encontró cuando él y un oficial abrieron la trampilla del enorme pozo como desechos de drogas. Sobre todo por el vapor químico que salió del pozo.
Después de una larga discusión sobre quién debería pagar los enormes costes de la limpieza, De Jonge ahora se alegra de que por fin haya comenzado la recuperación del suelo. Según él, los residuos siguen aumentando. Al final, la provincia se hizo cargo del trabajo. Aunque la provincia quiere en última instancia que el autor de la contaminación sea responsable de su limpieza.
Esto no es tan fácil, según Freek Pecht, coordinador antidrogas de la policía de Zelanda-Brabante Occidental, que también asistió a Spraakmakers el lunes. No quiere anticipar el juicio en abril por este caso. Pero en general, sí indica que a menudo es muy difícil vincular directamente a los sospechosos de un laboratorio de drogas con el vertimiento y descarga de desechos. “Porque es muy difícil demostrar quién permitió que los residuos de drogas llegaran al suelo y en qué momento”, explica.
Artículo de Omroep Brabant News tras el descubrimiento del enorme pozo de drogas: