OHace algún tiempo, esta columna informó con cierta decepción el fenómeno de las viejas glorias del espectáculo que se prestaron en televisión, y no solo, para interpretar la caricatura de sí mismosobjetivamente con considerable éxito.
En ese momento, un personaje importante, que ha estado trabajando durante años junto a estas estrellas de antaño, me llamó para agradecerme la observación, en la que se reconoció plenamente.
Después de haber acompañado y valorado durante mucho tiempo el éxito de muchas divas locales, también lamentó cómo el deseo de aparecer casi los llevó a ridiculizarse, solo por estar ahí. ¿Dónde estaba su estilo? ¿Dónde, el elegante velo de confidencialidad que debe envolver a los mitos?
Nos despedimos con un suspiro. Desde entonces, siempre gracias a las redes sociales, la situación se ha descontrolado, yendo más allá. Pero la reflexión que me inspira ahora es otra: la vejez era y sigue siendo un tabú en un país como el nuestroen el que el culto a la belleza obliga a las mujeres mayores de cincuenta años a desgarrarse la cara oa desaparecer, o tal vez a ambas cosas.
Pero hay algo en la vejez que cautiva y convence al gran público italianoa su vez muy curtida: la posibilidad de que los mayores den su opinión sin frenos.
Abuelos televisivos exagerados
Y entonces IVA Zanicchi es invitado e incitado a recitar chistes «sucios», Orietta Bertiun columnista reciclado, puede tirar de los competidores de un reality sin límites y gino paoli acaba contando al inmenso público del Festival de Sanremo las peripecias de un colega, del que era custodio.
Y todo el mundo abajo a reír, cuando la hay, o a darle la razón al machete canoso de turno. La vejez como escudo.
Una vista muy triste porque a la incontinencia verbal de las viejas glorias se suma el ya bochornoso espectáculo de insultos y vulgaridades del que están bastante llenos los televisores y las plataformas.
Seré nostálgico, pero a estos abuelos televisivos, así que por encima de todo, preferí los sabios y serenos, tal vez aburridospero tan eficaz para enseñar a las nuevas generaciones el buen gusto y el sentido de los límites.
¿Quieres compartir emociones, recuerdos, reflexiones con nosotros? Escríbenos a [email protected]
Todos los artículos de Antonella Baccaro
iO Mujer © REPRODUCCIÓN RESERVADA